CIUDAD DEL VATICANO, sábado, 17 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el resumen de las propuestas para el Sínodo de África que presentó el grupo de trabajo mixto "Inglés E" (anglófono), que fueron presentadas a la congregación general en la mañana del jueves, 15 de octubre por su relator, monseñor Martin Igwemezie Uzoukwu, Obispo de Minna (Nigeria),
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La discusión se ha organizado sobre una serie de preguntas y respuestas. Y éstos son los puntos más interesantes que han brotado del diálogo. La formación del cristiano debería iniciar en la iglesia doméstica, que es la familia, con una atención especial a la traducción de los documentos a las lenguas locales y la difusión de grabaciones y diapositivas. Debemos mostrar una actitud positiva hacia las tradiciones africanas, verlas como una oportunidad y examinarlas atentamente para purificarlas y utilizarlas en el proceso de reconciliación. La diversidad se ha de ver también como un don; ha sido creada por Dios y es una riqueza. Pero los políticos utilizan, con frecuencia, nuestra nuestras diversidades para introducir divisiones entre las etnias y crear tensiones y conflictos; por esto la reconciliación ha de ser despolitizada, liberada del chantaje de oscuras motivaciones políticas. No queremos demonizar a los políticos en cuanto tales, sino recordar que tienen necesidad, como todos, de formación y de corrección fraterna por parte de quien se encuentra más adelante en el camino de la fe. El criterio que se ha deseguir es el que nos ha sugerido el mismo Cristo: condenar el pecado, pero amar y acompañar al pecador. Se ha de dedicar una atención especial a la formación del clero, que, con su trabajo, edifica cotidianamente el Reino de Dios. También el sacerdote corre el riesgo de olvidar la grandeza de su vocación y está amenazado por la mentalidad del mundo que difunde los valores negativos del materialismo; el sacerdote debe imitar a Cristo en el servir, no en el ser servido. Se debería enseñar a los seminaristas a utilizar los nuevos medios, para que su formación sea más completa y para que sean capaces de evangelizar sirviéndose también de internet y de los demás medios que ofrece el progreso técnico. Se ha de dedicar una atención especial al cine: en el caso de Nigeria, las películas hablan, con demasiada frecuencia, de magia y brujería, mientras deseamos una mayor presencia de artistas católicos en este campo. Muchas intervenciones han pedido una mayor tutela de las mujeres; recordamos, a este respecto, la presencia de los Wucwo (unión de las organizaciones de mujeres católicas) que, con sus 60 millones de miembros, constituye una presencia influyente y activa. Todos los miembros de nuestro Círculo Menor están de acuerdo en reconocer el valor eclesial de esta ocasión: la Iglesia es el cuerpo de Cristo, discutir y trabajar juntos es una experiencia preciosa, que nos hace experimentar concretamente esta verdad de fe.
[Traducción distribuida por la Secretaría del Sínodo de los Obispos]