CARACAS, lunes 26 de octubre de 2009 (ZENIT.org) Tras la reciente aprobación de la ley orgánica de educación que, entre otras aplicaciones, elimina la enseñanza religión en los establecimientos públicos, los obispos de Venezuela se reunieron para analizar las repercusiones que está ha tenido en su país.
Los prelados analizaron la semana pasada cómo la Iglesia en su conjunto puede desarrollar estrategias de trabajo para que la educación en Venezuela no sea monopolizada por el sector estatal.
Según monseñor Ubaldo Santana, arzobispo de Maracaibo y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana “hay una toma de conciencia general que ha surgido en los padres de familia, en las asociaciones que son alentadoras porque quieren ser tomados en cuenta y consideran que la educación no es solamente un asunto del Estado”, dijo en declaraciones a Radio Vaticano el pasado sábado 24 de octubre.
“Además del estado docente que promueve una educación laica entendemos que también hay una sociedad auténtica y una familia educadora y que hay unas instituciones que estas familias reconocen como importantes en la función educativa como es la Iglesia”, dijo el prelado.
La Ley Orgánica de Educación fue aprobada por unanimidad por la Asamblea Nacional de Venezuela, durante el pasado mes de agosto.
Dicha ley busca reservar al gobierno venezolano el control docente. Por ello una de las implicaciones será el desplazamiento de la educación católica.
Para monseñor José Angel Divassón, obispo de Puerto Ayacucho y presidente de la Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal Venezolana, esta ley “adolece de muchas fallas. Esperamos que el sector gubernamental tome conciencia de eso, busque alternativas que vayan en beneficio de toda Venezuela y no para un sector o un grupo”, dijo en declaraciones al diario El Carabobeño.
Los obispos venezolanos han expresado su preocupación en diferentes oportunidades. En un comunicado publicado el pasado 10 de julio exigieron que esta nueva ley de educación tenga en cuenta “contemplar la Educación Religiosa Escolar dentro del horario escolar, según las diferentes creencias y dentro del marco constitucional”.
“Auspiciamos un diálogo que genere consensos y rechazamos todo aquello que refleje imposición de líneas u orientaciones por parte de cualquier tendencia”, dijeron los obispos.
[Por Carmen Elena Villa]