CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 12 noviembre 2009 (ZENIT.org).- Representantes de la Iglesia en Europa realizan del 12 al 15 de noviembre un examen de conciencia sobre su presencia en Internet, ayudados por representantes de proyectos como Wikipedia, Facebook, o YouTube.
El examen de conciencia ha sido alentado por el mismo Benedicto XVI, a través del mensaje inaugural, transmitido a través del cardenal Tarcisio Bertone S.D.B., secretario de Estado, en el que invita a examinar «esta nueva cultura y sus implicaciones para la misión de la Iglesia».
«Al igual que las primeras generaciones de cristianos se esforzaron por comprender el ambiente pagano del mundo griego y romano, de manera que el Evangelio pudiera tocar los corazones y las mentes de quienes les escuchaban, del mismo modo la proclamación de Cristo también requiere un profundo conocimiento de la nueva cultura tecnológica por parte de los maestros y evangelizadores de hoy», afirma el mensaje pontificio.
El simposio es promovido por la Comisión para los Medios de Comunicación del consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) en el Aula Antigua del Sínodo, en el Vaticano.
Internet es cultura
El encuentro fue presentado por el cardenal Josip Bozanic, arzobispo de Zagreb y vicepresidente de la CCEE, quien comenzó aclarando que «Internet no es sólo un recipiente que acoge a diferentes culturas. Internet es cultura».
El purpurado presentó preguntas apremiantes a los representantes del episcopado europeo: «¿qué implicaciones tiene la presencia de Internet, hoy, para la misión de la Iglesia? ¿Qué repercusiones tiene en la obra de evangelización de las culturas y de enculturación de la fe? ¿Cómo ha entrado Internet en la pastoral ordinaria de nuestras diócesis y de nuestras parroquias?».
En sus pistas de respuesta a estas preguntas, el cardenal Bozanic reconoció que muchos en la Iglesia ven Internet «más bien como un instrumento». Y añadió: «Esto lo podíamos pensar hace tres o cuatro años. Hoy hay que constatar que Internet es ante todo un mundo, al que alguno ha llamado incluso el ‘séptimo continente'».
Para la mayor parte de las personas, en especial para los jóvenes, para esa web generation que ha crecido en Internet, este lugar virtual, el mundo de los nuevos medios, está convirtiéndose en un espacio principal en el que tiene lugar su formación humana, moral y cognoscitiva». «¡En Internet los jóvenes crean sus lazos sociales y aprenden a vivir!».
Según el purpurado, Internet no es ni bueno ni malo. «Como cualquier instrumento puesto en la mano del hombre, Internet se convierte en lo que el hombre mismo decide».
En este contexto, aseguró, para la Iglesia su presencia en Internet «más que una oportunidad es una necesidad», pues «sin esta presencia no lograría entrar en diálogo con miles de jóvenes, primeros actores de esta realidad, dado que se quedaría anticuada».
Por este motivo, el cardenal dejó estas preguntas para el examen de conciencia: «¿Qué visión tienen los demás de nosotros? ¿Hasta qué punto nuestros sitios son realmente la expresión de la riqueza del patrimonio cristiano y logran transmitir la buena noticia que el Señor nos ha pedido difundir?».
Diaconía de la cultura
A continuación tomó la palabra el arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, para constatar que la Iglesia ha tardado en comprender y más aún en aplicar las palabras que Juan Pablo II escribió en la encíclica «Redemptoris missio» (de 1990), cuando el Papa reconocía que en la Iglesia «se ha descuidado un poco este areópago» de la comunicación.
«Generalmente se privilegian otros instrumentos para el anuncio evangélico y para la formación cristiana, mientras los medios de comunicación social se dejan a la iniciativa de individuos o de pequeños grupos, y entran en la programación pastoral sólo a nivel secundario. El trabajo en estos medios, sin embargo, no tiene solamente el objetivo de multiplicar el anuncio. Se trata de un hecho más profundo, porque la evangelización misma de la cultura moderna depende en gran parte de su influjo», explicó monseñor Celli citando al Papa Karol Wojtyla.
También citó el nuevo impulso que ha dado Benedicto XVI a la presencia de la Iglesia en Internet, en particular con su discurso a la asamblea plenaria del Consejo Pontifico para las Comunicaciones Sociales, para que pueda ejercer «una ‘diaconía de la cultura’ en el actual ‘continente digital’, recorriendo sus caminos para anunciar el Evangelio, única Palabra que puede salvar al hombre».
Monseñor Celli hizo un llamamiento a despertar, constatando que el 70% de los sitios católicos todavía no han asumido los elementos que ofrece la Web 2.0, es decir, la producción interactiva y en ocasiones comunitaria
La lección de los evangélicos
Finalmente monseñor Jean-Michel di Falco Lérandri, obispo de Gap y Embrun (Francia), presidente de la Comisión Episcopal Europea para los Medios, terminó ofreciendo elementos para un examen de conciencia que permita a hijos de la Iglesia abandonar ese miedo que en ocasiones les impide remar libremente en el mar de Internet.
En particular, citó una investigación hecha en el mundo francés de Internet que muestra cómo los sitios evangélicos son más visitados que los católicos, a pesar de que la población católica es mucho más numerosa que la evangélica en ese país.
«¿Cómo se explica?», se preguntó el obispo. La primera razón que dio es que «los evangélicos escuchan y los católicos hablan».
Con esto, la investigación quiere decir que «los evangélicos salen de sí mismos para ponerse en la piel de los demás. Responden a necesidades». Por este motivo, se pregunto: «¿No habla quizá la Iglesia a partir de sí misma, sin tomar suficientemente en cuenta lo que vive la gente?»
La segunda razón del mayor éxito de los sitios evangélicos con respecto a los sitios católicos se debe al hecho de que «los sitios católicos se centran en sí mismos» y consideran los medios «como instrumentos y no como un mundo que hay que evangelizar».
El obispo quería decir que los sitios católicos en Internet son «duplicados de las hojas parroquiales, de los boletines diocesanos. Son para uso interno. Hablan un idioma para iniciados y para uso exclusivo de los iniciados. Los sitios evangélicos, por el contrario, quieren llegar a los internautas, utilizando Internet como instrumento y vector de evangelización».
«Estemos o no estemos de acuerdo con este análisis», concluyó el prelado francés, «está claro que tenemos que asumirnos las necesidades y escuchar al mundo para amarle más y para poder dirigirnos a él».
Este viernes, en este examen de conciencia, participarán desde un jovencísimo hacker (redimido) hasta exponentes de los grandes actores de Internet.
Por Jesús Colina