MADRID, miércoles 21 de julio de 2010 (ZENIT.org).- Caritas Española saldrá al paso de la grave crisis de alimentos que se vive en la región del Sahel aportando 200.000 euros para programas de emergencia en Burkina Faso y Níger.
Un total de 12.000 personas de Burkina Faso, que se encuentran en situación crítica a causa de la grave crisis de alimentos que se vive actualmente en toda la región subsahariana del Sahel, podrán contar con el acceso a alimentos básicos durante los próximos seis meses gracias a un programa de emergencia lanzado por OCADES –la Caritas local- y el apoyo económico de Caritas Española, que acaba de aprobar una partida de 100.000 euros con destino a esa operación humanitaria, informa la página web de Caritas España.
Esta campaña urgente de distribución de alimentos va a desarrollarse en las diócesis de Dédougoou, Koupela, Faga N’Gourma, Kaya, Nouna, Ouagadougou, Ouahiguya y Dori.
El programa permitirá atender a 1.600 familias y a una población infantil de 4.000 niños de corta edad en condiciones de grave riesgo de desnutrición.
Cada grupo familiar recibirá una cesta alimentaria de maíz, sorgo, alubias, azúcar, aceite y sal, además de alimentos enriquecidos para mejorar el estado nutricional de los menores de cinco años.
Dentro de este programa humanitario, Caritas Burkina Faso contempla también el suministro de materiales de construcción a 250 familias que viven en condiciones muy precarias tras las graves inundaciones de octubre de 2009, en las que perdieron sus hogares.
El Equipo Directivo de Caritas Española ha aprobado también otro fondo de 100.000 euros para apoyar el trabajo que está desarrollando Caritas Níger parta responder a los efectos de la hambruna en ese país.
Esta nueva ayuda se suma a los 150.000 euros liberados por Caritas Española para Níger el pasado mes de junio como respuesta al llamamiento lanzado por Caritas Internacional por valor de 2,9 millones de euros para financiar la distribución de alimentos a un millón y medio de personas especialmente vulnerables en la región.
Todo el Sahel se enfrenta a una crisis de alimentos de consecuencias imprevisibles debido a los pobres resultados de la última cosecha. El pasado mes de mayo la red internacional de Caritas daba la voz de alerta ante la grave emergencia que se registra de nuevo en esa región subsahariana, donde se estima que al menos diez millones de personas son víctimas de la hambruna en varios países.
Junto a Burkina Faso, Níger es uno de los países más afectados, con ocho millones de personas en riesgo, además de Chad y Mali.
Como ha alertado Raymond Yoro, secretario general de Caritas Níger, “nos estamos enfrentando a una posible emergencia de supervivencia infantil, ya que 378.000 niños se encuentran en grave riesgo de padecer desnutrición aguda y 1,2 millones más en riesgo de desnutrición moderada”.
Caritas Internacional ha advertido que la actual escasez de alimentos puede ser más aguda que la vivida durante la crisis de 2005. Entonces, recuerdan los responsables de Caritas, “la lección que aprendimos fue que los retrasos en la movilización de la ayuda cuestan vidas”.
La irregularidad de las lluvias, las malas cosechas, el aumento en los precios de los alimentos y la pobreza crónica han contribuido a la escalada de la crisis alimentaria de este año.
Muchas personas se has estado enfrentando a una severa escasez de alimentos durante los últimos seis meses y ahora se ven obligados a recurrir a medidas extremas de subsistencia, como vender su ganado, comer alimentos silvestres, sacar a los niños de la escuela y abandonar sus hogares para ir en busca de alimentos a otros lugares.