CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 3 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Las religiones tienen un papel decisivo en la promoción de la paz, pues deben ayudar a la sociedad a promover la dignidad inviolable de todo ser humano, asegura el mensaje papal enviado al Encuentro Internacional de Oración por la Paz.
La misiva fue presentada este domingo, durante la inauguración de la cumbre organizada por la Comunidad de Sant'Egidio, en colaboración con el arzobispado de Barcelona, del 3 al 5 de octubre, continuando la convocatoria que en 1986 hizo Juan Pablo II, en Asís, a representantes de las religiones.
"En un tiempo difícil de crisis y conflictos, agudizados por el fenómeno cada vez más extenso de la globalización, las religiones están llamadas a realizar su especial vocación de servicio a la paz y a la convivencia", afirma el texto, enviado en nombre de Benedicto XVI por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado.
Según el texto, "todos los pueblos, para vivir como una auténtica comunidad de hermanos y hermanas, necesitan inspirarse y apoyarse sobre el fundamento común de valores espirituales y éticos".
"Reconociendo en Dios la fuente de la existencia de cada hombre, las religiones ayudan a la entera sociedad a promover la dignidad inviolable de todo ser humano", afirma.
Por este motivo, sigue diciendo la carta, "el servicio desinteresado a la paz exige por parte de todos los creyentes el compromiso ineludible y prioritario de la oración", pues "si la paz es don de Dios y tiene su manantial en él, sólo es posible buscarla y construirla con una relación íntima y profunda con él".
"En la plegaria --sigue diciendo--, se nos da también la posibilidad de aprender el lenguaje de la paz y el respeto, fortaleciendo esa semilla de paz que el mismo Dios ha sembrado en el corazón de los hombres, y que constituye, por encima de diferencias de razas, culturas y religiones, el anhelo más profundo del ser humano".
La misiva concluye asegurando que "el Santo Padre encomienda al Altísimo a todos los participantes en ese Encuentro Internacional de oración por la Paz, para que esa loable iniciativa alcance copiosos frutos y atraiga sobre todos abundantes bendiciones divinas".
El 30 de septiembre Benedicto XVI recibió en audiencia en Castel Gandolfo a Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant'Egidio, Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad, y a monseñor Vincenzo Paglia, obispo de Terni-Narni-Amelia, asistente eclesiástico de la misma, para recibir detalles particulares y personales sobre este encuentro.
El Encuentro de este año lleva por título "Convivir en un tiempo de crisis. Familia de Dios, familia de los pueblos".
Según ha confirmado la Comunidad de San Egidio a ZENIT, durante la audiencia los participantes abordaron también los temas de la pobreza en Europa y en el mundo.
"Se analizaron profundamente las principales cuestiones sociales que han surgido a raíz de la crisis económico-financiera de estos años y sobre las pobrezas en aumento en Europa", afirma San Egidio.
Otro de los temas tratados fue la situación de África, y los principales programas de solidaridad de la Comunidad en el continente africano.
En particular, se ilustró al Papa el avance del programa Dream, que atiende a 90.000 enfermos de sida en 10 países africanos, y y el proyecto BRAVO (Birth Registration for All Versus Oblivion,) programa de inscripción en el registro civil de los niños africanos.
Uno de cada dos niños que nacen en África no es inscrito en el registro civil al nacer, y se convierte así en un niño invisible que no tiene ningún derecho ni protección.
A lo largo de este año, la Comunidad ha logrado inscribir en el registro civil a más de 3 millones de personas en Burkina Faso.
Por Jesús Colina