CIUDAD DEL VATICANO, martes 5 de octubre de 2010 (ZENIT.org).-La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid 2011 «no duerme nunca» porque «siempre hay alguien despierto» que trabaja para este evento, explicó este martes María Dolores Jaureguizar, subdirectora del departamento de comunicaciones del evento, durante la rueda de prensa de presentación ofrecida en la Santa Sede .
Cerca de 7000 voluntarios trabajan ya desde ahora para preparar este encuentro convocado por Benedicto XVI en Sydney 2008. Muchas familias han ofrecido sus casas a los cientos de miles de participantes que llegarán desde diferentes lugares del mundo.
Hay también cerca de 70 Community managers que «traducen» las novedades de la JMJ en 18 lenguas para lleguen a jóvenes «en su idioma, el idioma de las redes sociales», dijo María Dolores Jaureguizar.
En las redes sociales, más de 200.000 personas se han convertido en admiradores de la JMJ.
«Nos mandan todo tipo de sugerencias, desde cómo diseñarían la gorra del peregrino (que realmente creo que hará falta con el calor de agosto en Madrid), hasta propuestas de actividades culturales de todo tipo», aseguro la subdirectora de comunicaciones.
Pero no sólo trabajan desde España sino desde diferentes países del mundo a través de Internet, la principal plataforma de Madrid 2011, «toda la información y todos los materiales promocionales se pueden encontrar en la web oficial, la interacción en las redes sociales y los vídeos en YouTube».
Jaureguizar destacó la labor de muchos jóvenes que colaboran como actores en los vídeos promocionales «pasando por duros casting», en los que ceden su imagen y su tiempo sin cobrar dinero.
«Y otros muchos jóvenes, desde el otro lado de la cámara o en el ordenador de montaje de agencias de publicidad, han producido estas campañas con toda la ilusión del mundo», señaló, «sin pagarles siquiera los gastos de rodaje».
Destacó también la labor de quienes difunden este evento en las universidades de España «y explican qué es una JMJ a amigos, que quizá ni siquiera tienen fe».
Recordó que miles de jóvenes se están deteniendo a rezar ante la Cruz y el Icono insignes de este evento, que desde el año pasado recorren diferentes diócesis de España. Esta peregrinación se convierte así «en una fiesta, un momento de encuentro con Cristo y de verdadera preparación espiritual para la JMJ».
«Reciben la Cruz con emoción y veneración en sus parroquias, en sus colegios, en sus santuarios», y aseguró que «está dejando una estela que alimenta la fe de miles de personas».
Aprovechó para compartir el testimonio de algunos jóvenes reclusos de una cárcel en las afueras de Madrid, que recibieron la Cruz peregrina: «me decían que ellos, privados de libertad, querían estar presentes en la JMJ con sus oraciones y que contáramos con ellos».
También destacó el Fondo de Solidaridad en el que, por medio de un mensaje de texto desde teléfonos móviles, los participantes pueden donar 1,2 euros para ayudar a financiar los viajes de los peregrinos provenientes de países de escasos recursos «o donde la Iglesia sufre por cualquier causa».
Jaureguizar se refirió también al tiempo que muchos jóvenes han regalado para organizar este evento, «que tras salir de sus trabajos comienzan su jornada laboral con la JMJ aportando su granito de arena robándoselo a sus aficiones, a su familia o a sus amigos».
Muchos han llamado desde diferentes países ofreciendo su ayuda «y siguen con nosotros meses después, a pesar del fortísimo ritmo de trabajo que supone organizar un evento de este nivel».
Resaltó el trabajo de adecuación para que personas con discapacidades físicas o intelectuales puedan participar de este evento.
«Madrid y sus jóvenes están deseando acoger la JMJ en su ciudad», concluyo la subdirectora de comunicaciones.
Por Carmen Elena Villa