CIUDAD DEL VATICANO, martes 12 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Hoy comenzó sus labores el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, un nuevo dicasterio que tiene el fin de “reflexionar” y “encontrar formas adecuadas” para anunciar el Evangelio “a tantos bautizados que no comprenden más el sentido de pertenencia a la comunidad cristiana”, dijo su presidente, monseñor Rino Fisichella.
El prelado presentó esta mañana en rueda de prensa en la Santa Sede, el Motu Proprio Ubicumque et semper, del Papa Benedicto XVI con el cual se instituye oficialmente este nuevo órgano de la Curia Romana.
Benedicto XVI había anunciado ya su creación durante su homilía en las vísperas celebradas el pasado 28 de junio en la basílica San Pablo Extramuros de Roma, en ocasión de la celebración de la fiesta de San Pedro y San Pablo.
Su presidente está a la espera del nombramiento del secretario y del sub secretario de parte del Pontífice. La oficina se encuentra en famosa la Vía della conciliazzione, que conecta la Santa Sede con la capital italiana.
El Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización pretende hacer frente al “subjetivismo de nuestros tiempos” que se encierra “en un individualismo privado de responsabilidades públicas y sociales”, dijo monseñor Fisichella.
Por ello buscará encontrar las formas en las que el progreso de la ciencia de la comunicación ha realizado, para hacer que se conviertan en instrumentos positivos al servicio de la nueva evangelización, entendiendo que estos “tienen el timón de la cultura y de la mentalidad en el contexto actual”.
¿Una acción burocrática?
Uno de los periodistas preguntó si la creación de este nuevo dicasterio no se trataba de una movida burocrática de parte de la Santa Sede, a lo que monseñor Fisichella respondió que es necesario “dar fe al Papa Benedicto XVI” y dijo que personalmente no cree que el Papa “sea el hombre de la burocracia” sino más bien “el hombre del anuncio, quien con profunda inteligencia y cultura ha sabido crear este espacio para comprometer a la Iglesia en manera concreta al servicio”.
Monseñor Fisichella señaló que el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización se dedicará a combatir el relativismo, que siempre ha denunciado el Papa Benedicto XVI y difundir “una correcta antropología” en medio de una mentalidad marcada “por las consecuencias del secularismo” el cual “tiende a alejar al hombre contemporáneo de su relación fundamental con Dios”.
Promover el Catecismo
Uno de los objetivos del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización será la promoción del estudio y la difusión del Catecismo de la Iglesia Católica, publicado en 1992.
Monseñor Fisichella lo calificó como “uno de los frutos más maduros de las indicaciones conciliares”, el cual recoge en manera orgánica “el entero patrimonio del desarrollo del dogma” y representa “el instrumento más completo para transmitir la fe de siempre, delante de los constantes cambios e interrogativos que el mundo pone a los creyentes”.
Líneas de acción
El prelado dijo que espera ponerse pronto en contacto con los presidentes de las conferencias episcopales para buscar y organizar diferentes iniciativas pastorales que tengan como fin hacer frente a la secularización.
Frente a la pregunta de un periodista proveniente de México, sobre las acciones que emprenderá este dicasterio en América Latina, monseñor Fisichella dijo que “debo poner en primer lugar a Europa”, debido a que este continente está sufriendo un proceso de descristianización más agresivo.
Aseguró que el Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización debe resaltar y actualizar “las diferentes tradiciones y objetivos que las iglesias poseen en fuerza de la riqueza de tantos siglos de historia”.
Advirtió que el término “nueva evangelización”, no puede sonar como una “fórmula abstracta”, sino que debe llenarse “de contenidos teológicos y pastorales y lo vamos a hacer por el magisterio de estas últimas décadas”.
En diálogo con los periodistas, monseñor Fisichella citó una expresión de san Gregorio Magno: “Los fieles nos dejan y nos abandonan y nosotros permanecemos en silencio”. Y dijo que la creación de este nuevo dicasterio es “el signo que el Papa nos ha dado de que no permaneceremos en silencio”.
“Ahora es el momento de retomar nuestra palabra y valiente porque somos heraldos del Evangelio”, concluyó el presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización
Por Carmen Elena Villa