BUENOS AIRES, miércoles, 27 octubre 2010 (ZENIT.org).- Una rama nueva de la familia religiosa de Don Orione empieza a extenderse por América Latina. Son las religiosas sacramentinas contemplativas no videntes.
Todo empezó en Argentina, comunica a ZENIT la hermana María Virginia Borda. “Nuestra misión –explica a ZENIT la religiosa sacramentina- es la de ser adoratrices”.
Del 1 al 6 de noviembre, esta comunidad extendida por varios países lationoamericanos, se reunirá en la Casa Provincial sita en Buenos Aires.
Junto a la madre general, María Irene Bizzotto; la vicaria general María Mabel Spagñolo; las superioras provinciales de Brasil, Chile y Argentina, las comunidades de contemplativas sacramentinas de estos países se dedicarán a “ver y comparar el camino recorrido” y realizar sus propuestas para ir creciendo más en su misión y elegir una religiosa de entre ellas que participará en el Capítulo General de las PHMC.
Las sacramentinas de Argentina han elegido como representante a la primera hermana sacramentina no vidente de este país, sor María Fe. Tanto sor María Virginia como sor María Fe se han comunicado directamente con ZENIT mediante un ordenador adaptado a su diferencia.
La historia de esta religiosa argentina es, como su propio nombre indica, una historia de fe, de mucha fe. Fe para convertir los obstáculos que normalmente se ponen a un invidente en otras tantas metas que superar.
“Me llamo Micaela, en religión hermana María Fe del Santísimo Sacramento. Nací en Comallo, provincia de Río Negro. Actualmente mi familia vive en San Carlos de Bariloche, donde suelo ir en las vacaciones”, relata a ZENIT.
“Cuando tenía once años, esperando el ómnibus para viajar, vi pasar una combi con muchas niñas vestidas con guardapolvo blanco, todas muy alegres, acompañadas por una religiosa también alegre. Ella, mirando hacia donde yo estaba, me sonrió”.
La sonrisa de aquella religiosa que animaba a las niñas le hizo concebir la idea de ser como ella. No pudo realizar su sueño porque una infección le hizo perder la vista primero parcial y luego totalmente a los 15 años.
“Vine a Buenos Aires a estudiar en el colegio de chicas no videntes ‘Hogar Santa Cecilia’. Entre estudios, juegos, no recordé más mi vocación. Viendo a las religiosas tan piadosas, educadas y con una gran intuición para el no vidente, pedí a la madre superiora me recibiera en su congregación”, añade sor María Fe.
La superiora le respondió que si fuera por ella la admitía inmediatamente pero que su congregación no aceptaba invidentes. Pero la orientó hacia la obra de san Luis Orione, fundador de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad (PHMC), que tiene una rama de hermanas no videntes, fundadas en Tortona, Alessandria, Italia.
“Me puso en contacto con un sacerdote de la Pequeña Obra de la Divina Providencia (PODP), padre Roque Tonoli. Me iluminó, me guió durante los siete años que me hicieron esperar, es decir hasta los 21. El padre Tonoli pidió a los superiores mayores el permiso para que tres hermanas no videntes viajaran a la Argentina para fundar aquí esa rama”, relata la primera sacramentina argentina.
“Desde entonces, el 15 de agosto de 1952, ingresamos cuatro jóvenes, viviendo en la casa provincial. Aquí me preparé como postulante, novicia, profesa, compartiendo las vivencias con todas las PHMC, hasta el año 1975, que nos trasladamos a Claypole”.
Ahora, las sacramentinas no videntes están ya extendidas por otros países del continente americano.
A la reunión en Buenos Aires asistirán la provincial de Brasil Maria Albertina de Pinho; tres sacramentinas: Maria Alice, Maria Helena. De Chile, la provincial, María Mónica Izquierdo y cuatro sacramentinas: María Elizabeth, María Pia, María Eugenia, María Luz. De Argentina, la provincial María Adriana Zbicajnik; de la comunidad de Claypole, cinco sacramentinas: María Fe, María Josefina, María Tarcisia, María Antonia, María Virginia; de la comunidad de Córdoba, dos sacramentinas: María Verónica y María Margarita.
“Este tiempo es un momento fraterno, nos comunicaremos nuestras experiencias y deseos. Así mismo, nos dedicaremos a revisar y comparar el camino recorrido, realizar nuevas propuestas para ir creciendo más en nuestra misión, y elegir a una religiosa de entre nosotras que participará del Capítulo General de las PHMC”. El Capítulo se realizará entre los meses de mayo y junio próximo, en fecha por determinar.
Cuando la llamada de Dios está arraigada en alguien, no hay obstáculos, sólo el deseo de seguir el designio grabado en el corazón. Un deseo que en esta historia ha encontrado el campo abonado del carisma inspirado a Don Orione en Italia y arraigado ya en el continente americano.
Para saber más de la Familia Orionita en Argentina:
Por Nieves San Martín