Causas y soluciones del conflicto entre musulmanes y cristianos en Nigeria

Entrevista con el padre Godfrey Igwebuike Onah

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ROMA, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- El conflicto entre musulmanes y cristianos en Nigeria, que en ocasiones estalla en algunos de sus estados, tiene causas que no son religiosas, sino más bien educativas y políticas, asegura el vicerrector de la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma.

Por este motivo, el padre Godfrey Igwebuike Onah, sacerdote nigeriano que vive en la actualidad en Roma, considera en esta entrevista que si se quieren resolver los enfrentamientos hay que afrontar sus raíces, y promover la amistad y el diálogo entre creyentes de diferentes religiones, como lo están haciendo algunos de los máximos representantes religiosos.

–Padre, Nigeria tiene una población de cerca de 150 millones y, en su mayoría, los musulmanes están en el norte y los cristianos en el sur. En las últimas décadas ha habido varios enfrentamientos violentos entre musulmanes y cristianos. ¿Cuál es la situación sobre el terreno en el norte de Nigeria?

Padre Onah: En primer lugar, tenemos que destacar que las estadísticas en Nigeria son algo muy complicado porque en Nigeria desde el inicio esto se politizó. Ya en tiempos coloniales, puesto que la asignación y distribución de recursos siempre estaba ligada al número, la gente intentó manipular los números para reflejar y exigir ventajas, por lo que es difícil hablar sobre la distribución de las poblaciones de los diversos grupos en Nigeria.

Se suele hablar de que la mayoría de los musulmanes están en el norte y los cristianos en el sur, pero tenemos que tener en cuenta también que muchos de los habitantes del sur son inmigrantes, comerciantes itinerantes y trabajadores del gobierno. Así que muchos de los cristianos del sur están en el norte y también un buen número de habitantes del norte son cristianos. Esto se olvida con frecuencia, sobre todo en la zona de Zaria y Kaduna; hay un buen número de nativos cristianos, no solo emigrantes. Dicho esto, tenemos que saber que hay musulmanes en el suroeste de Nigeria.

–El problema parece estar en el norte. ¿Por qué entonces, si también hay musulmanes en el sur?

Padre Onah: Sí, la situación en el norte ha sido siempre volátil. Está ligado a la historia del país. Algunos historiadores afirman que, hacia el siglo XI, los reyes y emperadores del norte –teníamos reinos y emperadores en el norte de Nigeria– tuvieron contactos a través del comercio y las peregrinaciones con eruditos islámicos. Algunos de ellos se volvieron musulmanes e incluso construyeron mezquitas en Egipto y en otros lugares como centros de estudio.

Este tipo de intercambio siguió y el Islam se extendió por el norte de Nigeria en fechas muy tempranas, pero en el siglo XIX sucedió algo particular: se extendió el islam a través de la yihad de Usman dan Fodio y, desde entonces, el islam se asoció con diversas formas de violencia, sobre todo cuando es políticamente ventajoso para quienes la llevan a cabo.

Los nigerianos normales, musulmanes, cristianos o creyentes en las religiones tradicionales, han aprendido a vivir juntos. Recientemente, los políticos han explotado el desencanto de la gente local para crear problemas.

–¿Puede señalar qué motiva esta violencia?

–Padre Onah: Creo que sería presuntuoso para cualquier persona ponerse a dar lecciones; sólo pueden enumerarse una serie de factores que contribuyen a la violencia. Por supuesto, el primer factor diría que es histórico; histórico, en cuanto que se concibió la idea de mezclar más de 350 nacionalidades étnicas y formar con ellas un nuevo estado moderno llamado Nigeria, y no se intentó crear, de estas nacionalidades étnicas, un pueblo. ¿Qué significa ser nigeriano para un nigeriano típico de hoy? Este es el motivo histórico.

Y junto a éste está el hecho de que la educación no ha llegado de modo uniforme a la población. Una gran mayoría de jóvenes musulmanes del norte siguen sin recibir educación, si por educación entendemos el tipo de educación escolar occidental. Tienen la educación islámica que, por supuesto, muchos de ellos consideran como la única forma verdadera de educación. Si es así, muchos de los jóvenes no educados o poco educados dependerán de lo que sus líderes religiosos les digan,. Los cambios económicos en Nigeria han dejado en la pobreza a algunos de ellos, pero no sólo en el norte, sino en todas partes de Nigeria. Hay mucha gente joven enfadada y desencantada, y los políticos y el gobierno, que se enriquecen todos los días, manipulan a diario a esta gente.

Hay también un enfrentamiento entre varias tendencias musulmanas en África. Me refiero, por ejemplo, a influencias de Libia, Arabia Saudita e Irán; cada uno de estos grupos quiere dominar porque todos piensan que Nigeria es un país estratégico no sólo por el petróleo, sino por la población para África. Querrían, en la medida de lo posible, financiar a grupos, movimientos que tuvieran aspiraciones islámicas, pero también sabemos que dentro del mundo musulmán no hay un grupo homogéneo, así que a menudo también hay luchas internas entre los musulmanes, antes incluso de desembocar contra los no musulmanes.

Así que están los políticos, los religiosos, los económicos y los sociales, son muchos factores. Pero pienso que alguien podría decir que, si no conocemos la causa, ni siquiera seremos capaces de empezar a sugerir soluciones. Creo que parte de la causa es la falta de un impulso adecuado a los programas dirigidos a los jóvenes.

–La ley de la sharia, o ley islámica, se ha introducido en 12 de los 36 estados de Nigeria. ¿Qué significa la sharia en sí? ¿Qué implica para los cristianos que viven en un contexto de mayoría musulmana donde se aplica?

Padre Onah: Este es otro ejemplo de manipulación política de un fenómeno religioso. Ya en 1946, cuando se elaboró la constitución de Nigeria, el país se dividió entonces en tres regiones y esta división se mantuvo en las constituciones de 1954 y 1958. ¿Qué significa esto? En 1958, los gobiernos de las regiones ya tenían algo de autonomía regional y parte de esta autonomía incluía la autonomía legislativa. Los gobiernos regionales tenían el poder de hacer leyes, y así se introdujo la sharia en los estados del norte.

No tengo documentos para verificar esto, pero estaba claro que esto se hizo pensando en los musulmanes. En algún momento después, especialmente durante la era militar, se hizo normal que algunos intentaran imponer la sharia para dar la apariencia de representar los intereses de los musulmanes, y es entonces cuando la sharia se convirtió en un problema para los cristianos. No olvidemos que, para el típico musulmán nigeriano, muchos de los problemas, o de los efectos negativos de la modernización, suelen asociarse a los cristianos, porque para ellos Europa es como decir cristiano.

–Ante los episodios de violencia entre musulmanes y cristianos, el arzobispo Kaigama de Jos pidió diálogo, diálogo de vida. ¿Es a esto a lo que usted se refiere cuando dice: tenemos que encontrar una base común?

Padre Onah: El diálogo de vida ya está teniendo lugar en muchas partes de Nigeria; en muchas familias hay cristianos y musulmanes, y por supuesto el islam y el cristianismo no son las únicas religiones de Nigeria. Hay otras. Están las religiones tradicionales y, en ocasiones, las relaciones con la religión tradicional son más difíciles sobre todo en el sur, porque el entramado cultural está entretejido con la religión tradicional, y ser capaz de separar cultura de religión no es tan fácil, y a veces es causa de tensión. Pero hay que dar tiempo a la paciencia, al diálogo y a la escucha.

Lo positivo que se está dando en Nigeria entre religiones parece deberse en buena medida a los líderes: el sultán de Sokoto y el arzobispo de Abuja, presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria, son muy buenos amigos y co
mprenden que no hay necesidad de este tipo de enfrentamiento, y así se avanza. En ocasiones parece que entre las personas normales sólo saben gritarse unos a otros y nadie escucha y, desgraciadamente, los cristianos se van, pero han emergido también elementos radicales en el cristianismo, especialmente entre el pentecostalismo agresivo.

–Con todas estas corrientes económicas, políticas, de corrupción, de intereses, ¿hay esperanza de que esto acabe?

Padre Onah: Si no tuviera esperanza no sería cristiano y, además, si no tuviera esperanza no sería un nigeriano típico. Los nigerianos no se rinden fácilmente. Somos un pueblo muy resistente; si no fuera así no nos habríamos rebelado contra nuestro gobierno hace tiempo. Repito, necesitamos una clase política responsable.

La ausencia total de gobierno en ocasiones ha sido la responsable de esta violencia en la que los jóvenes se han tomado la justicia por su mano. No es fácil para una comunidad salir de una crisis surgida de un malentendido religioso, no es fácil pero tampoco es imposible. Así que creo que el camino es la educación, aunque esto signifique cosas diferentes para los diversos grupos religiosos.

Esta entrevista fue realizada por Mark Riedemann para «Dios llora en la Tierra», un programa semanal radiotelevisivo producido por la Catholic Radio and Television Network en colaboración con la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Más información en www.ain-es.orgwww.aischile.cl   

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ZENIT Staff

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