ISLAMABAD, jueves 11 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Asia Bibi, obrera agrícola de 37 años y madre de dos niños, es la primera mujer que ha sido condenada a muerte en Pakistán bajo la acusación de blasfemia.

La mujer ha sido acusada de haber ofendido al islam durante una discusión en el lugar de trabajo, en la que algunas mujeres musulmanas habían intentado convertirla, informó la agencia AsiaNews.

La sentencia, emitida por un tribunal del Punjab este domingo por la tarde, se refiere a una discusión que tuvo lugar en 2009 en la localidad de Ittanwali.

En el transcurso de la misma, frente a la insistencia de las compañeras a que renunciara al cristianismo, Asia Bibi habló de cómo Jesús murió en la cruz por los pecados de la humanidad, preguntando a las demás mujeres lo que Mahoma había hecho por ellas.

La norma del código penal pakistaní castiga con la cárcel a quien ofende el Corán y con la condena a muerte a quien insulta al profeta Mahoma.

Las compañeras musulmanas pegaron a Asia Bibi y la encerraron en una habitación. Según explica la organización caritativa Release International, una multitud se reunió en el lugar de los hechos y empezó a insultarla a ella y a los niños.

El director de Release International, Andy Dipper, afirmó que condenando a muerte a una mujer por blasfemia, “Pakistán ha traspasado una línea”.

A Asia Bibi también se le impuso una multa equiparable a dos años y medio de su sueldo.

Respecto a esta sentencia, el secretario ejecutivo de la Comisión nacional Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán, Peter Jacob, declaró a la agencia Fides que “los cristianos están bajo ataque por el uso instrumental de la ley anti-blasfemia”.

“Los casos de falsas acusaciones se suceden y estamos muy preocupados: son al menos cinco en los últimos dos meses”, explicó.

“Por desgracia, no hay cambios a la vista: el Gobierno no considera en absoluto una revisión o una abolición de la ley -lamentó-. Y esto es muy grave”.

La condena de Asia Bibi es “un auténtico ultraje a la dignidad humana y a la verdad”, denunció. “Haremos todo lo posible para que el veredicto sea desmentido y revocado en apelación”.

Las normas sobre la blasfemia, recuerda L'Osservatore Romano en su edición de este jueves, fueron introducidas entre el 1980 y el 1986 para garantizar el respeto a la religión musulmana. En base a esta normativa, se han censurado también algunos sitios en internet.

Según los datos publicados por la Comisión nacional Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal, de 1986 a 2009, 964 personas fueron arrestadas por haber profanado el Corán o a Mahoma. De éstas, 479 son musulmanas, 119 cristianas, 340 ahmadi, 14 hindúes y diez de otras religiones.

La ley sobre la blasfemia es utilizada a menudo como pretexto por los fundamentalistas para atacar a las minorías religiosas, que en Pakistán constituyen el 4% de la población.

El Pakistan Christian Congress (PCC), que ha promovido varias conferencias tanto en el ámbito nacional como internacional para pedir la derogación de las normas sobre la blasfemia, expresó su preocupación por la sentencia de condena de muerte a Asia Bibi y lanzó un llamamiento al presidente del Pakistán para asegurar justicia para la mujer.