México encomienda a la Virgen de Guadalupe el fin de la violencia

Misa de fin de año del representante del Papa

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CIUDAD DE MÉXICO, sábado 1 de enero de 2011 (ZENIT.org-El Observador).- En la misa de fin de año en la Basílica de Guadalupe, el representante de Benedicto XVI para México, el arzobispo Christophe Pierre, pidió un esfuerzo renovado de todos los mexicanos a favor de la paz.  Tras un año particularmente violento en la República, el nuncio de origen francés encomendó el país a la paz de su patrona, la Emperatriz de América, Santa María de Guadalupe.

En la homilía de la tradicional misa de Acción de Gracias y de inicio de año, el nuncio apostólico dijo: «Hoy queremos iniciar el año nuevo bajo la bendición de Santa María de Guadalupe, invocando para el pueblo mexicano abundantes bendiciones como el don de la paz». 

Cabe resaltar que la lucha del gobierno mexicano en contra de las redes del narcotráfico ha dejado, luego de cuatro años, más de 30 mil víctimas, lo cual ha acarreado un ambiente de zozobra y desesperanza entre los mexicanos.

Por ello, monseñor Pierre exigió a las fieles católicos intensificar la oración.  El purpurado francés expresó que orar por la paz es el camino necesario para que Dios «nos conceda esa paz que es el bien más valioso y construirla todos los hombres y mujeres de buena voluntad (…) la paz es necesaria para superar el año lastimado por la inseguridad».

Aunado al mensaje del Papa Benedicto XVI para este 1 de enero de 2011, sobre la paz como resultado del respeto a la libertad religiosa, monseñor Christophe Pierre subrayó que se trata de un derecho humano fundamental, que debe ser protegido por todas las naciones, en un ambiente de laicismo positivo en donde no haya discriminación o persecución por el hecho de manifestar la fe en público.

«Lamentablemente –expresó monseñor Pierre–  hoy son muchas las partes del mundo en donde se sufren las formas de discriminación y marginación en todos los planos, es inconcebible que los creyentes tengan que suprimir su fe para ser ciudadanos, nunca debe ser necesario renegar de Dios para gozar de los propios derechos. Los derechos asociados con Dios necesitan protección».

El tema de la libertad religiosa y su adecuación dentro de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ha sido uno de los puntales de la acción del actual nuncio de Su Santidad en México, quien ha expresado, en mucho foros, que para que este derecho humano fundamental, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas como uno de los derechos esenciales del hombre sea vivido en plenitud, los estados deben garantizarlo de forma positiva, tal y como reconoce el Papa Benedicto XVI con su mensaje para la Jornada Mundial por la Paz, celebrada este 1 de enero en todo el orbe católico.

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ZENIT Staff

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