RABAT, lunes 28 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- Los obispos de la Conferencia Episcopal de las Regiones del Norte de África (CERNA), que engloba a Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, han emitido un comunicado en el que se manifiestan contra la guerra en Libia y piden una solución diplomática al conflicto.
El comunicado, firmado por el presidente de la CERNA, monseñor Vincent Landel, arzobispo de Rabat (Marruecos), ha sido difundido hoy a través de la agencia vaticana Fides.
Hoy también, la Santa Sede ha confirmado que participará, en calidad de Observador, en la Conferencia Internacional sobre Libia que tendrá lugar mañana 29 de marzo en Londres. El representante vaticano será el actual nuncio en Gran Bretaña, monseñor Antonio Mennini.
En el comunicado, los obispos norteafricanos reafirman su oposición a la violencia y a la guerra: “Sabemos que la guerra no resuelve nada, y que, cuando estalla, es tan incontrolable como la explosión de un reactor nuclear”.
“Además – subrayan – lo queramos o no, la guerra en el Cercano Oriente, y ahora en el Magreb, será interpretada siempre como una 'cruzada'. Y esto tendrá consecuencias inevitables sobre las relaciones de convivencia que cristianos y musulmanes han entretejido y siguen entretejiendo en el día a día”.
Los obispos afirman que los países en los que desarrollan su misión “se encuentran frente a procesos de evolución histórica que afectan a los países árabes, y especialmente el Magreb”.
En el comunicado, reafirman su “urgente llamamiento con el fin de encontrar a este doloroso conflicto una solución digna y justa para todos”, uniéndose “al llamamiento lanzado por el Papa Benedicto XVI” ayer domingo 27 de marzo.
Los obispos del Norte de África reconocen por su parte que, en los recientes acontecimientos que se han producido en los países del Magreb, hay “una reivindicación legítima de libertad, de justicia y de dignidad, en particular por parte de las jóvenes generaciones”.
“Esta reivindicación se traduce en la voluntad de ser reconocidos como ciudadanos responsables, que tengan la posibilidad de un trabajo que les permita vivir decentemente, excluyendo toda forma de corrupción y de clientelismo”.
“Hoy – prosigue el comunicado – este biento de cambio atraviesa Libia. Y nosotros nos unimos de manera particular a nuestros hermanos obispos de Trípoli y de Bengasi, y a toda la población del país”.
Por último, los obispos piden una mediación diplomática y lanzan un llamamiento a la ayuda humanitaria. “Oramos al Altísimo para que inspire a los responsables de las naciones a encontrar el camino que lleva a la justicia y a la paz”, concluye la nota.