CIUDAD DEL VATICANO, domingo 12 febrero 2012 (ZENIT.org).- Este domingo a mediodía, después del Ángelus en la plaza de San Pedro, Benedicto XVI hizo un llamamiento a que acabe la violencia y el derramamiento de sangre en Siria, e invitó a las autoridades al diálogo.
“Sigo con gran preocupación los crecientes y dramáticos incidentes de violencia en Siria. En los últimos días han provocado numerosas víctimas”, dijo Benedicto XVI.
“Recuerdo en la oración a las víctimas, –añadió- entre los cuales hay niños, heridos y cuantos sufren las consecuencias de un conflicto cada vez más preocupante”.
Por otra parte, dijo, “renuevo un apremiante llamado a poner fin a la violencia y el derramamiento de sangre”.
Por último, el papa invitó “a todos –y sobre todo a las autoridades políticas en Siria–, para que favorezcan el camino del diálogo, la reconciliación y el compromiso con la paz”.
Y concluyó afirmando: “Es urgente responder a las legítimas aspiraciones de los diversos componentes de la nación, así como a los deseos de la comunidad internacional, preocupada por el bien común de toda la sociedad y de la región”.