El santuario mariano de Knock y el congreso eucarístico de Dublín

Entrevista al padre Nigel Woolen, capellán del santuario

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Por Anita Bourdin

ROMA, miércoles 9 mayo 2012 (ZENIT.org).- El padre Nigel Woollen es un sacerdote de la Fraternidad de María, Reina Inmaculada, una asociación de fieles de origen francés, con hermanos y hermanas consagrados. El padre Woollen está radicado en la diócesis de Galway, Irlanda, y trabaja medio tiempo como capellán del santuario de Knock.

Con motivo del mes de María, explica en esta entrevista a ZENIT lo que sucedió y todavía sucede en Knock en la perspectiva de la renovación de la Iglesia en Irlanda y como preparación al congreso eucarístico de Dublín, del 6 al 9 de junio.

Padre Nigel, usted es sacerdote en Knock, el santuario nacional de Irlanda. ¿Qué sucedió en Knock?

–P. Nigel Woollen: El 21 de agosto de 1879, varias personas de la aldea de Knock tuvieron una visión, o manifestación, sobre el hastial exterior de su pequeña iglesia parroquial, en esta olvidada esquina del oeste de Irlanda. En un lado, había tres personas, identificadas como san José, María la Madre de Dios (coronada como Reina) y san Juan apóstol. Pero el centro de la visión era un Cordero, sobre un altar, con una gran cruz detrás de él y ángeles rodeándole; una fuerte luz salía del Cordero.

No hubo mensaje hablado; unos 15 testigos dieron su testimonio de lo que habían visto, que permaneció dos horas bajo la lluvia. Una comisión concluyó que sus testimonios eran dignos de confianza; una segunda comisión, en los años 30 (cuando estaba vivo todavía el último testigo superviviente) acudió. Es digno de notar que el pastor en el tiempo de la aparición, el padre Bartholomew Kavanagh, un joven sacerdote conocido por su piedad y servicio a los pobres, acababa de celebrar cien misas consecutivas por las almas del purgatorio (especialmente por aquellas que habían muerto sin sacramentos en tiempos del hambre). La oración por los difuntos y por las almas del purgatorio ha sido siempre parte de la espiritualidad del santuario de Knock.

¿Qué significa para la Iglesia de Irlanda bajo esta gran prueba hoy? ¿Y con el congreso eucarístico internacional que se avecina?

–P. Nigel Woollen: En todo tiempo, necesitamos esperanza; Dios lo sabe. En el siglo XIX, había una gran pobreza material. En nuestro tiempo, podemos decir con el profeta Amós (8:11) que hay una gran pobreza de la Palabra de Dios: la gente está hambrienta del mensaje de vida y esperanza, sin siempre darse cuenta. Muchos están heridos y desanimados por ciertos eventos en la Iglesia. El Cordero en Knock representa a nuestro Señor Jesús que se da completamente por nuestra salvación, lavando nuestros pecados; es una potente e íntima visión del Corazón misericordioso del único que nos puede salvar de nuestro capricho. La presencia del Cordero también nos recuerda que somo un pueblo eucarístico, llamado a dar gracias y gloria a Dios, llamados a unir nuestro seres con el sacrificio de amor de nuestro Salvador.

La continua llamada de Knock nos recuerda que el Cielo nunca nos abandona, que en los oscuros momentos Dios está más cerca de nosotros. Como afirma la bella Novena a Nuestra Señora de Knock, “Das esperanza a tu pueblo en tiempo de angustia, y lo confortas en el dolor”. Si tantos peregrinos vienen a Knock todavía, es porque experimentan algo de la esperanza y consuelo que sólo el Señor puede dar.

El 50 congreso eucarístico internacional tendrá lugar en Dublín en junio; su tema es “La Eucaristía: Comunión con Cristo y con los otros”. Justo como nos recuerda Knock sobre la importancia de la misa en la historia de nuestro país, el Congreso, esperemos, renovará nuestro celo misionero, y subrayará el hecho de que, a pesar de las pruebas de los recientes años, hay todavía muchos fervientes católicos en Irlanda. La presencia de un gran número de participantes de otros países ayudará; recientemente oí a un obispo irlandés decir que estaba dispuesto a reunirse con gente de fuera que desea venir a Dublín, ¡precisamente para dar gracias a Irlanda por enviar misioneros a su países en el pasado!

Estamos familiarizados con las últimas palabras de Jesús en el evangelio de Mateo –“Yo estaré siempre con vosotros hasta el final de los tiempos” (Mt 28:20)– pero no siempre pensamos que sus palabras apunten sólo a su acción eucarística en la misa, y su presencia eucarística en el tabernáculo de cada iglesia. ¡Ojalá que el Congreso nos anime verdaderamente a encontrar a Jesús como nuestro hermano, en la forma consagrada, y lleguemos a ser gente eucarística que vive como alegre testigo de su continuada, resucitada presencia en nuestro mundo!

¿Por qué tocar una campana?

–P. Nigel Woollen: La Campana del Congreso Eucarístico ha estado viajando alrededor de Irlanda, como una llamada a cada uno a prepararse para el Congreso, un poco al modo como la antorcha olímpica prepara las Olimpiadas. La campana estuvo incluso tocando para el papa Benedicto recientemente en Roma. Recuerda a san Patricio, quien tocaba una campana para llamar a Irlanda a oir la Buena Noticia; se dice que regalaba campanas a las nuevas iglesias que fundó por todo el país. La imagen de la campana y su alegre sonido es la llamada de Dios a su pueblo a alegrarse en la Palabra de Dios.

¿Un santuario como Knock es importante para la nueva evangelización? Por ejemplo, ¿para los jóvenes y las familias?

–P. Nigel Woollen: ¡Mucho! Lo que me impacta cada día en Knock es la diversidad entre los peregrinos habituales y el visitante curioso o casual, entre los escolares que viene de retiro y los viejos del lugar que pasan fuera su día semanal. Hay algo muy accesible y sencillo en el santuario: cada uno, donde quiera que esté en su viaje espiritual, puede encontrar curación y paz. En particular, en el Sacramento de la Reconciliación, y la Unción de los Enfermos, nosotros los sacerdotes podemos testimoniar la gracia de Dios derramada en abundancia, especialmente a aquellos que están en lucha o que han perdido su camino en la vida. El Festival Joven, por ejemplo, es un potente modo de ayudar a los jóvenes a descubrir que la vida de la Iglesia es para ellos también, y que pueden encontrar algunas respuestas a sus profundos interrogantes.

Usted no es irlandés; es miembro de la Fraternidad de María, Reina Inmaculada. ¿Hay una conexión entre el santuario de Knock y su espiritualidad?

–P. Nigel Woollen: Sí, la gente a veces pregunta: ¿Que hace un sacerdote inglés de una comunidad francesa en el condado de Mayo? Mi Fraternidad ha estado en Galway (a una hora de Knock) desde hace unos años, y recientemente ha empezado una nueva presencia en Dublín. Dado que prestamos una especial atención a la presencia de María en la Iglesia, y en particular cómo María, Madre y Reina, nos ayuda a vivir nuestro cristianismo, sentimos una particular afinidad con el mensa de Knock. María hoy, como en el evangelio, sigue señalando al Cordero de Dios; ella dice, como dijo en Caná, «Haced lo que el os diga (Juan 2:4). Siempre agradeceré todo lo que Ella ha hecho para ayudarme en mi sacerdocio, y tengo gran esperanza en lo que el señor continuará haciendo en Irlanda y en todo el mundo, por medio de su poderosa intercesión.

Para saber más: http://www.mariereineimmaculee.com/index.php?Itemid=4.

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ZENIT Staff

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