Por José Antonio Varela Vidal
CIUDAD DEL VATICANO, Domingo 20 mayo 2012 (ZENIT.org).- Cada domingo de la Ascensión del Señor, la iglesia universal celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Este año, el tema elegido por el papa en su mensaje a la humanidad ha sido: “Silencio y Palabra: camino de evangelización”.
Para hablar de la importancia de esta enseñanza de Benedicto XVI, así como de los desafíos de la iglesia en el mundo de las comunicaciones modernas, ZENIT conversó con el arzobispo Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.
¿Cómo surge la idea del silencio en el mensaje del papa para este año?
Arzobispo Celli: El tema elegido por el santo padre para esta Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, con una mirada atenta a los fenómenos comunicativos de hoy, nos invita a reflexionar sobre este punto fundamental: el silencio es parte integral de la comunicación. Es por eso que cuando queremos que la comunicación sea auténticamente humana –porque parte de un hombre y se dirige a otros hombres–, esa palabra que se comunica debe alimentarse de silencio para estar más henchida, para ser más verdadera. Por que es en el silencio que yo escucho, es en el silencio que yo comprendo más atentamente cuáles son las necesidades, los sufrimientos, la búsqueda del bien y de lo verdadero que hay en el corazón de los otros hombres.
El mensaje dice que hay que saber escuchar. ¿Cuáles serían los espacios donde debemos acercarnos para escuchar?
Arzobispo Celli: Creo que esta sea una dimensión que es muy típica del papa Benedicto XVI. Cuando nos propusimos abrir el canal de YouTube del Vaticano, el papa aceptó de inmediato. El santo padre ha querido estar presente allí donde están los hombres de hoy. Todos somos conscientes de este rápido e inmenso desarrollo de las redes sociales. Hoy en día, de acuerdo con los datos internacionales con que contamos, más de mil millones de personas son usuarios de Facebook. Nos parece que es importante estar presentes en las redes sociales, porque el hombre busca la verdad, el hombre trata de dar respuestas a las grandes interrogantes que tiene en su vida: ¿Quién soy? ¿cuál es el sentido de mi vida? ¿Hacia dónde me dirijo? Por eso diría que tenemos necesidad de estar presentes en estas redes para ser anunciadores, ser testigos.
¿Qué quiere decir el papa con la palabra «ecosistema» en la comunicación?
Arzobispo Celli: El problema es que hay un pulular de mensajes, de noticias, de información y de palabras, pero no todas son palabras auténticas, no todas son palabras verdaderas para el camino del hombre. Al hablar de ecología en el sistema comunicativo, creo que el papa quiere decir precisamente eso: hacer que, en la medida de lo posible, las palabras que forman nuestra comunicación sean siempre palabras verdaderas, palabras que respeten la dignidad del hombre que las dice y respetuosas del hombre que las recibe.
¿Cuáles deberían ser las características más importantes de los sitios católicos?
Arzobispo Celli: Yo diría que nuestros medios de comunicación deben acostumbrarse cada vez más a la verdad sobre el hombre, que está vinculada a la verdad sobre Dios. Y hoy esto es un reto para todos nosotros, porque cuando nos encontramos en un entorno comunicativo, el hombre es asaltado con mensajes e informaciones, con propuestas de pequeñas verdades, de verdad con la «v minúscula». Es por eso que, una vez más, el papa nos invita, con el mensaje de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año, a saber discernir. He aquí la necesidad del silencio, porque es en el silencio que yo puedo hacer un adecuado discernimiento y ver si eso que escucho, que recibo, es verdaderamente válido en mi búsqueda de la verdad.
¿Se refiere al riesgo de banalizar el encuentro?
Arzobispo Celli: Diría que eso es un reto para todos nosotros. Para mí el problema es que no se debe trivializar el encuentro, sino hacer que cada encuentro sea siempre rico, propositivo, lleno de humanidad, porque el riesgo es justamente eso de banalizar nuestras relaciones humanas.
¿Cuál será el principal aporte de su dicasterio para el sínodo de la Nueva Evangelización?
Arzobispo Celli: Nuestra contribución es para ayudar a entender qué involucra el nuevo entorno de las comunicaciones. Desde hace algún tiempo el magisterio pontificio ha entendido que ya no se habla más de herramientas de comunicación, sino que las nuevas tecnologías han dado lugar a una nueva cultura, que llamamos «cultura digital». Hablar de nueva evangelización, será aceptar el reto de este diálogo respetuoso con la cultura digital de hoy y en este contexto actuar de tal modo que la palabra de Jesús resuena siempre y de modo más claro.
¿Cómo se están desarrollando los medios de comunicación del Vaticano en los nuevos espacios digitales?
Arzobispo Celli: Hemos tenido una magnífica experiencia con el mensaje del papa para la Cuaresma, que se redujo en 40 tweets, en acuerdo con el Pontificio Consejo Cor Unum; enviamos un tweet al día que el mundo juvenil después ha «re-tweeteado» todos los días. Creo que nunca un mensaje del papa para la Cuaresma, ha sido tan conocido y difundido entre los jóvenes. También nuestro Consejo, por encargo de la Secretaría de Estado, abrió el nuevo sitio news.va; hoy estamos operando en cuatro idiomas y espero que en el verano se pueda abrir también la edición portuguesa. Normalmente tenemos alrededor de diez mil visitantes al día.
¿Entonces ya se puede hablar de una evangelización a través de los medios digitales?
Arzobispo Celli: La palabra de Jesús debe resonar del modo más amplio posible. Creemos que en las grandes vías del mundo cibernético, el hombre todavía puede encontrar el amor de un Dios que lo busca sin descanso; porque Dios ama al hombre y Dios puede comunicar este amor y encontrar al hombre de hoy también a lo largo de estas grandes vías del mundo cibernético.
¿Cuáles son ahora los proyectos que desarrolla el PCCS?
Arzobispo Celli: Los proyectos se basan principalmente en la formación. El PCCS ayuda a jóvenes sacerdotes de diversos países para entrar en el mundo de la comunicación y a obtener un doctorado en las universidades pontificias. También estamos haciendo cursos de formación para obispos y presbíteros. Hicimos uno en el Brasil el año pasado. No hace mucho yo estuve en el Líbano para encontrarme con los obispos de Medio Oriente, donde tuvimos un magnífico seminario con cincuenta obispos y muchos sacerdotes, religiosas y laicos, que trabajan en el mundo de las comunicaciones. Y partiré hacia Ucrania, donde también allí tendremos reuniones con los obispos, presbíteros y laicos para descubrir juntos, cómo debe afrontar la iglesia el reto de la cultura digital y cómo, en este contexto, puede resonar la palabra del Señor.
¿Puede explicarnos sobre la «Mesa Común» que han creado on line para compartir materiales de la Jornada Mundial?
Arzobispo Celli: Hasta donde sea posible, tratamos de ayudar a las diversas iglesias locales a vivir adecuadamente la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, de tal modo que el mensaje del papa, tan iluminador y tan rico, pueda ser lo más conocido posible. El papa tiene esta gran capacidad de tocar temas que no siempre son fáciles, pero lo hace de modo iluminador y claro. Es por eso que queremos que el mensaje se difunda lo más posible, compartiendo los recursos pastorales elaborados por las conferencias episcopales y diócesis; también estamos usando en Twitter la etiqueta (hashtag) «Silence2012».
¿Cuál es su mensaje para nuestros lectores, que celebrar
án este domingo la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales?
Arzobispo Celli: Creo que el mensaje es este: vivamos con alegría y responsabilidad la misión que el Señor nos ha confiado. No se nos ha enviado a anunciarnos a nosotros mismos, sino estamos llamados a anunciar a Jesucristo, estamos llamados a proclamar la única palabra que salva al hombre. Entonces lo tenemos que vivir con gran dedicación, con alta profesionalidad, pero también felices de poder ser instrumentos de este anuncio de la Verdad.
Para conocer más: www.pccs.va