CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 6 junio 2012 (ZENIT.org).- En la mañana de este miércoles ha tenido lugar la Audiencia General, a las 10,30 horas, en la plaza de San Pedro donde Benedicto XVI se ha encontrado con grupos de peregrinos y fieles llegados de Italia y de otros países. En su discurso ha recordado su reciente viaje a Milán para encontrarse con las familias del mundo.
El papa dedicó toda la audiencia a rememorar su reciente viaje a Milán para estar presente en VII Encuentro Mundial de las Familias y se mostró emocionado por «este inolvidable y maravilloso evento, que ha transformado a Milán en una ciudad de las familias: familias de todo el mundo, unidas por la alegría de creer en Jesucristo».
El papa dijo sentirse «profundamente agradecido a Dios por haberme permitido vivir esta cita ‘con’ las familias y ‘para’ la familia».
«Sí, porque no hay futuro en la humanidad sin la familia; especialmente los jóvenes, para aprender los valores que dan sentido a la existencia, tienen necesidad de nacer y crecer en esa comunidad de vida y amor que Dios ha querido para el hombre y la mujer», aseguró el papa.
Benedicto XVI hizo una detallada síntesis de todos los principales encuentros mantenidos durante este evento.
Tras reiterar su agradecimiento a los organizadores, el papa subrayó que el encuentro «ha convocado a Milán más de un millón de personas, que durante varios días han invadido pacíficamente las calles, testimoniando la belleza de la familia, esperanza para la humanidad».
«El Encuentro Mundial de Milán –concluyó- fue una elocuente ‘epifanía’ de la familia, que se mostró en sus diversas expresiones, así como también en la singularidad de su identidad sustancial: la de una comunión de amor, fundada sobre el matrimonio y llamada a ser un santuario de la vida, pequeña Iglesia, célula de la sociedad. Desde Milán se ha lanzado al mundo un mensaje de esperanza, fundamentada por las experiencias vividas: de que es posible y gozoso, aunque difícil, experimentar el amor fiel, ‘para siempre’, abierto a la vida; que es posible participar como familia a la misión de la Iglesia y a la construcción de la sociedad».
Se puede leer el texto completo del discurso del santo padre en: http://www.zenit.org/article-42391?l=spanish.
Tras su discurso en italiano, el papa saludó en su idioma a los distintos grupos lingüísticos. Al saludar a los fieles procedentes de América Latina y de España, Benedicto XVI pronunció las siguientes palabras: «Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de España, México, Costa Rica, Venezuela, Perú, Colombia y otros países latinoamericanos. Invito a todos a dar gracias al Señor, que me ha concedido vivir esta inolvidable cita ‘con’ las familias y ‘para’ la familia. Oremos por todos los hogares cristianos, para que en ellos reine siempre el amor y la fidelidad».