ROMA, domingo 10 junio 2012 (ZENIT.org).- “Hay indicios consistentes que evocan el espectro de una guerra con contenidos y motivos que todavía están ocultos”. Esta es la alarma lanzada por los Obispos de la provincia eclesiástica de Bukavu en el este de la República Democrática del Congo, en un mensaje enviado a las autoridades políticas congoleñas.
Los obispos afirman que es necesario prevenir los conflictos generalizados que se ven venir por el horizonte, informa la agencia Fides.
El documento enumera las tensiones y la violencia que podrían degenerar en una guerra de amplias dimensiones: el aumento simultáneo en áreas diferentes de los crímenes violentos atribuidos a bandas e individuos armados; las masacres de la población; la quema de casas y el desplazamiento en masa de las poblaciones; el despertar del movimiento Mai-Mai (milicias de autodefensa local) por razones que no se conocen bien; los motines de soldados en Uvira; la evasión de los militares (desertores) en Bukavu y la deserción de tropas en el territorio de Beni; el ataque del 14 de mayo en Bunyakiri (Kivu del Sur), que ha provocado la muerte de decenas de civiles congoleños y heridas a varios cascos azules paquistaníes de la fuerza ONU en el Congo
“Las guerras en la República Democrática del Congo han sido y continuan siendo a menudo guerras de depredación interna y externa, como lo han puesto de relieve diferentes grupos de estudio”, dicen los obispos de Kivu, cuyo territorio es rico en recursos agrícolas, forestales y sobre todo minerales, que son el motivo real de los más de viente años de guerras.
