Por H. Sergio Mora
CIUDAD DEL VATICANO, martes 12 junio 2012 (ZENIT.org).- Se realizó hoy en Roma el encuentro entre los miembros de la Congregación de la Doctrina de la Fe y los directivos de la Conferencia de Liderazgo de Mujeres Religiosas (LCWR), junto al obispo estadounidense J. Peter Sartain, encargado por el dicasterio vaticano de supervisar la reforma de la asociación.
La LCWR reúne a los representantes de las congregaciones de las religiosas en Estados Unidos –indica en su página web – y cuenta con 1.500 miembros que representarían a más del 80% de las 57.000 mujeres religiosas, si bien no sea claro a través de qué mecanismo y en qué medida ellos obtengan la representación de las congregaciones religiosas femeninas.
La Congregación de la Doctrina de la Fe, guiada por el cardenal William Levada, exarzobispo de San Francisco, nombró cinco años atrás al arzobispo de Seattle, monseñor Sartain como su delegado para supervisar la obra de reordenamiento de la asociación en cuestión. Justamente en abril se concluyó la investigación vaticana de la cual emerge que existe gran preocupación “por la situación doctrinal y pastoral actual de la LCWR”.
Será justamente monseñor Sartain, como delegado del Vaticano quien deberá hacer “la revisión, orientamiento y aprobación en donde sea necesario, del trabajo de la LCWR”, en acuerdo y coherencia con el documento Evaluación doctrinal de la Leadership Conference of Women Religious, publicado el 18 de abril por la Congregación de la Doctrina de la Fe.
El mandato del Vaticano “durará un período máximo de cinco años, si se considera necesario”. Entre las tareas: ayudar a las dirigentes de la LCWR a revisar los estatutos del grupo, planificar los programas, rever los textos litúrgicos y reconsiderar la afiliación a otras organizaciones.
A las religiosas de la LCWR que habían expresado perplejidad sobre la iniciativa, el cardenal Levada envió en abriluna nota difundida por Radio Vaticanoen donde afirmaba que “tanto la Congregación de la Doctrina de la Fe como yo estamos empeñados con todo el corazón para afrontar las cuestiones importantes inherentes a la evaluación doctrinal y el Consejo de la LCWR, en una atmósfera de apertura, honestidad, integridad y fidelidad a la Iglesia”.
“No veo la hora en que llegue nuestro próximo encuentro en Roma en el mes de junio –decía Levadaen su nota- mientras seguimos colaborando para promover el importante trabajo de la LCWR en favor de la vida consagrada en los Estados Unidos. La Santa Sede y los obispos de Estados Unidos están particularmente orgullosos de la contribución histórica y continua que dan las religiosas estadounidenses”.
El prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe sostuvo que “ejemplos excepcionales de este tipo pueden ser encontrarse en el sistema escolar y en la red de hospitales católicos fundados por las religiosas por todas partes de Estados Unidos, que representan una contribución duradera al bienestar de nuestro país”.
Los temas afrontados son numerosos y comportan una reflexión sobre la obediencia al magisterio y la relación entre Romay los integrantes de la LCWR.
Una asunto sobre el que estaba previsto dialogar en el encuentro es “el modo pastoral para encarar la homosexualidad” lo que fue traducido apresuradamente por muchos medios como ‘la LCWR favorable a la homosexualidad’.
Complicada también es la evaluación de las acciones de algunas religiosas que pertenecen a la LCWR. En 2010, decenas de ellas firmaron una declaración a favor del plan de la reforma sanitaria del presidente Barack Obama, sin tomar en consideración la oposición de los obispos estadounidenses, críticos sobre sus contenidos favorables al aborto y a la contracepción.
A la información de monseñor Sartain se agregan los resultados de una visita apostólica realizada por el obispo Leonard Blaire de Toledo y la respuesta de la LCWR presentada al final de 2009, además de un informe posterior del obispo Blair que en 2010 indicaba “serios problemas doctrinales” en muchas personas del grupo de las consagradas.
Entretanto si bien la evaluación se dirige a “la Asociación de las Superiores Mayores y no se ocupa de la vida de las religiosas en los institutos que son miembros de la LCWR”, en general el Vaticano ha registrado “serios problemas doctrinales que afectan a muchos miembros de la vida consagrada”.
“Para trabajar con los líderes de la LCWR con la finalidad de alcanzar los objetivos necesarios para así enfrentar los problemas delineados en esta informativa” le ha sido concedido a monseñor Sartain que disponga de consultores, obispos y expertos religiosos, con el objetivo de “promover una renovación paciente y colaborativa de la LCWR de manera que tenga una base doctrinal más sólida en sus muchas y elogiables iniciativas y actividades”.