Por Maria Emília Marega
RÍO DE JANEIRO, miércoles 20 junio 2012 (ZENIT.org).- El punto de partida para cualquier discusión sobre “desarrollo sostenible” debe ser siempre el “ser humano”, señala el texto del mensaje hecho público por la Santa Sede, dirigido al Comité Preparatorio del evento Río+20. En esta misma dirección, se produjo un encuentro de los miembros de Caritas Internacional en Brasil, este lunes, en el Auditorio del Edificio Juan Pablo II.
En el contexto de Río+20 –Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible--, los miembros de Caritas Brasil reflexionaron sobre las cuestiones relacionadas con el desarrollo sostenible, teniendo como foco el desarrollo solidario.
“Una propuesta fue mantener un diálogo con diferentes estados, países, para llevar nuestras reflexiones sobre las cuestiones del desarrollo sostenible en la perspectiva del desarrollo centrado en lo solidario”, explicó Ademar Bertucci, miembro de la Coordinación Nacional de Caritas brasileña, en noticia divulgada por la Archidiócesis de Río de Janeiro.
Bertucci explicó que, a pesar de que el tema central de Río+20 esté relacionado con la cuestión de la economía verde, ese no es el punto fundamental para Caritas.
En el documento divulgado por la institución en ocasión de Río+20, se apuntan cinco elementos como fundamentales para un camino de cambio: un futuro sin hambre; un futuro con visión; un futuro de cuidados de nuestra casa: la creación; un futuro con un nuevo marco económico verde; y un futuro que respete a las mujeres y hombres creados a imagen de Dios: un nuevo contrato social.
“Todo el documento se relaciona con la forma en que encaramos la cuestión económica y todo el, independientemente del punto ligado a la economía verde, está afirmando: la perspectiva económica de mercado no puede estar por encima de la perspectiva de la persona humana”, afirmó Bertucci.
El Encuentro de Caritas Brasil tuvo lugar un día después de la Celebración Eucarística presidida por monseñor Orani Tempesta, arzobispo de Río de Janeiro, especialmente para la Cumbre de los Pueblos y Río+20.
Durante la celebración eucarística, monseñor Tempesta subrayó la orientación dejada por el Documento de Aparecida: “Debemos procurar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario basado en el actuar ético que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana, que se fundamente en el evangelio de la justicia, de la solidaridad y del destino universal de los bienes, y que supere la lógica utilitarista, individualista y consumista”.