Monseñor Alcides Mendoza fue un hombre identificado con el Perú y sus costumbres

El cardenal Cipriani en el funeral por el obispo fallecido

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LIMA, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- El cardenal Juan Luis Cipriani presidió la Santa Misa de cuerpo presente de monseñor Alcides Mendoza Castro, obispo emérito de Cusco, en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, el viernes 22 de junio.

Durante su homilía recordó que monseñor Mendoza tenía una enorme devoción a María Santísima, ya que veía en ella ese amor que su madre dejó en su alma.

Comentó también que tuvo la ocasión de trabajar en su tierra Huancavelica, en Apurímac y en Cusco, llenando de amor a mucha gente humilde y pobre, quienes encontraron en él una llamada de cariño.

“En tiempos en que el amor a los pobres se había convertido en algunos lugares en opción política, él tuvo la hombría y el coraje de defender la identidad católica teniendo varias dificultades en su querida tierra de Cusco. Ahí estuvo con firmeza y con lealtad a la institución de la Iglesia”, mencionó.

Destacó que era un hombre identificado con el Perú y tenía verdadera pasión por el quechua y por las costumbres de su pueblo

“Él purificó esa devoción del pueblo y la llevó a la Eucaristía, a la vida popular, a las procesiones, al Seminario, a ese Taytacha de los temblores”, señaló.

Exhortó a los fieles a rezar por su alma y pidió que desde esa presencia con Dios ayude a toda esa familia de la Iglesia que siempre lo recordará.

“El Señor se lo llevó con esa paz y con esa sencillez. Hoy le pedimos que nos ayude al Episcopado a mantenernos unidos, fieles, apostólicos y con esa cercanía al pueblo. No necesitamos hipotecar la Iglesia a ningún otro contenido sino el de Cristo Redentor”, reflexionó.

Finalmente, manifestó que monseñor Mendoza tuvo un corazón lleno amor y que por eso representa para todos el signo de un hombre profundamente amante de nuestra realidad y profundamente identificado con la Iglesia, con el Papa y con el Magisterio.

“Su amor a la Iglesia, al papa, a los sacerdotes, a los pobres, era muy grande y fue la razón de ser de su vida. Alcides, aquí estamos un grupo de amigos y muchos otros que te recordarán siempre con agradecimiento y se unirán todos a esa oración por tu alma. Alcides, descansa en paz y ayúdanos desde tu morada celestial”, concluyó.

Concelebraron con el cardenal Cipriani, monseñor James Patrick Green, nuncio apostólico de Perú; monseñor José Antonio Eguren, arzobispo de Piura y Tumbes; monseñor José Luis del Palacio, obispo de Callao; monseñores Adriano Tomasi OFM, y Raúl Chau, obispos auxiliares de Lima; así como sacerdotes de la archidiócesis de Lima.

En la Santa Misa estuvo presente el expresidente de la República, Alan García; miembros de las Fuerzas Armadas, religiosos y religiosas.

Al concluir la celebración eucarística, se llevó a cabo el traslado del cuerpo de monseñor Mendoza hacia el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez para ser transportado a la Ciudad del Cusco, por deseo expreso suyo. Las exequias se realizarán en la catedral cusqueña con los honores correspondientes a su condición de arzobispo emérito.

Recientemente, la periodista colombiana Carmen Elena Villa ha publicado una biografía de monseñor Mendoza que fue el obispo más joven del Concilio Vaticano II con el título «Al servicio de Dios» (ver: http://www.zenit.org/article-42535?l=spanish).

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ZENIT Staff

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