MADRID, viernes 13 julio 2012 (ZENIT.org).- Cuando se celebra el primer aniversario de la independencia de Sudán del Sur, la situación humanitaria en la región sigue deteriorándose, especialmente en el norte de Sudán. Esa es la razón por la que Caritas Española mantiene su apoyo al trabajo de asistencia humanitaria a las poblaciones en situación más vulnerable que llevan a cabo las Caritas y la Iglesia local.
La última de las partidas aprobadas por Caritas Española en la región es un fondo de 150.000 euros para apoyar el funcionamiento del hospital Mother of Mercy en Gidel, en la región de las Montañas Nuba y que es gestionado por la diócesis de El Obeid.
Esta es, a fecha de hoy, la única institución en la zona que ofrece asistencia médica y tratamientos quirúrgicos a los heridos por los bombardeos y la violencia armada que padece esta región. En los últimos tiempos, además de doblar el número de camas disponibles (350), en los terrenos de este hospital se han habilitado tiendas de campaña para proporcionar acogida temporal a más 30.000 personas desplazadas a causas de los enfrentamientos. De esta forma, además de asistencia médica, el hospital se ha convertido en un centro vital de distribución de alimentos y otros productos de primera necesidad.
En junio de 2011, la población de las Montañas Nuba se levantó en armas contra el gobierno de Sudán ante el incumplimiento del derecho de referéndum establecido en los acuerdos de paz de 2005 para decidir su anexión a Sudán o a la nueva República de Sudán del Sur. El Gobierno de Sudán mantiene desplegada desde hace tiempo en toda la zona fuerzas de artillería, que bombardean indiscriminadamente a la población en lo que muchos denuncian ya como un intento de limpieza étnica que ha obligado a más de 300.000 personas a huir de sus casas para refugiarse en las montañas, o huir al vecino Sudán del Sur, donde se contabilizan 45.000 refugiados.
Al conflicto de las Montañas Nuba se une también el clima de violencia que se vive en las regiones de Kordofán del Sur y del Nilo Azul, donde continúan los enfrentamientos entre el Gobierno de Jartum y el Movimiento de Liberación de Sudán Norte (SPLM-N). La población de estas zonas de Sudán, étnica y políticamente más cercanas al recién independizado Sudán del Sur, se levantó en armas en julio del pasado año y está siendo respondida por el Gobierno sudanés con bombardeos y acciones armadas.
Naciones Unidas calcula en más de 600.000 el número de desplazados internos en estas regiones y más de 200.000 los refugiados que han huido a los vecinos Sudán del Sur y Etiopía. El acceso de las organizaciones humanitarias a estas zonas se está viendo muy restringido por el Gobierno de Sudán, mientras se disparan las alertas por emergencia alimentaria en Kordofán del Sur ante el aumento de los casos de malnutrición infantil.
Otro escenario de conflicto en Sudán es la región de Darfur, donde más de 1,7 millones de desplazados internos siguen viviendo en campos, asistidos por Caritas y otras organizaciones humanitarias, a los que se suman casi 300.000 refugiados en el vecino Chad.
Caritas Española, en consorcio con la alianza Caritas/ACT (Action by Churches Together), apoya desde hace más de siete años la asistencia humanitaria a la población desplazada en diversos campos del sur y oeste de Darfur, a los que garantiza ayuda alimentaria y nutricional, acceso al agua potable y saneamiento. Entre 2011 y 2012, los programas desarrollados por Caritas /ACT, a los que Caritas Española contribuye con 443.000 euros, está atendiendo a más de 540.000 desplazados en la región.
Así mismo, Caritas Chad atiende a los refugiados procedentes de Darfur en campos de cercanos a la frontera (Nounougou, Milé y Guereda). Caritas Española apoya con 50.000 euros las actividades de agua y saneamiento para 4.700 personas.