BRASILIA, miércoles 5 diciembre 2012 (ZENIT.org).- La XV Peregrinación Nacional de los Jóvenes paraguayos realizada el sábado pasado como parte de la preparación para la fiesta de Virgen de los Milagros de Caacupé, patrona de Paraguay, este año fue especial.
Más de ocho mil jóvenes de todas las partes del país caminaron por kilómetros hasta el santuario nacional lelvando los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Allí se realizó una gran celebración con más de 20 mil personas.
Todos los años la fiesta de la Inmaculada Concepción atrae el 8 de diciembre a miles de paraguayos que caminan kilómetros de día y noche para llegar los primeros días de la novena.
Ellos se hospedan en hoteles, hostales o mismo en las calles de Caacupé y bajo el manto de la Virgen de los Milagros. Nadie los importuna, pues saben que ese tiempo de peregrinación es sagrado y todos los peregrinos tienen que ser respetados.
El obispo que se ocupa de la juventud paraguaya, don Ricardo Valenzuela, recordó que los jóvenes pueden y deben ser testimonios de fe en sus familias, para favorecer la conversión de los propios padres. “El ejemplo de Jesucristo debe ayudarles a mostrar a sus padres la grandeza del amor”, dijo.
Además la Conferencia Nacional de los Obispos de Paraguay colocó la evangelización de la familia como el centro de la propuesta de misión permanente en el país.
Don Valenzuela propuso también cuatro orientaciones para que los jóvenes vivan el año de la fe: la lectura de los documentos del Concílio Vaticano II, que cumplió este año los 50 de su apertura; el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica; la profesión de fe en el Credo; e intensificar el servicio a los demás, en particular la misión de casa en casa.
Valorizar a los jóvenes
La secretaria ejecutiva de la Pastoral Juvenil paraguaya Micaela Rojas pidió al Gobierno, a la Iglesia y a la sociedad civil, que se empeñen en combatir los principales desafíos de los jóvenes paraguayos como el alcoholismo, la adicción a las drogas, la falta de empleo, la pobreza de indígenas y de los jóvenes del campo. “Denunciamos la violenta y desvergonzada cultura de la muerte que encauza a los jóvenes hacia un camino sin salida”, dijo.
Realizó además un llamado a los candidatos del país para que no manipulen a los jóvenes durante las elecciones pues sería una falta de respeto a la inteligencia de los mismos.
El país tendrá elecciones presidenciales en mayo próximo, cuando además deberá escoger a sus diputados y senadores.
Desde la moción de censura del expresidente Francisco Lugo, decretada en menos de dos días, lo que fue considerado por muchos un golpe de Estado institucional, el vicepresidente asumió el gobierno y está al frente del país hasta las elecciones.
“No tenemos miedo de sacrificios, sino de una vida sin sentido”, afirmó Micaela, refiriéndose al discurso del papa Benedicto XVI a los jóvenes brasileños en 2007, en el Pacaembú en São Paulo.
Cruz de Paraguay
Desde 2006, una réplica de la Cruz de la JMJ peregrina cada año por una de las diez diócesis de Paraguay. Durante el año va a las parroquias y comunidades más aisladas.
Y en la Peregrinación Nacional de los Jóvenes se realiza la entrega oficial de una diócesis a otra. El sábado le tocó a los jóvenes de San Pedro quienes pasaron el símbolo de la redención y de la unidad de la juventud paraguaya a los jóvenes de la diócesis de Benjamin Aceval.
El primer domingo del Adviento, la Cruz de la JMJ y la imagen de María siguieron así su peregrinación por Paraguay. Fue en tres diócesis de la región sur: Carapeguá, San Juan Bautista de las Misiones y Encarnación. El tercer día de la peregrinación comenzó con una vigilia en la catedral de Carapeguá, seguida por una misa y un momento para los jóvenes de San Juan Bautista, además de una caravana que recorrió la costa de Encarnación.