“Me uno a todos los que se manifiestan por la vida, y ruego para que los políticos protejan al no nacido y promuevan la cultura de la vida”. Este es el tuit lanzado por Benedicto XVI en (@Pontifex_es.
Un mensaje el de papa Ratzinger que no pasa indiferente, mientras en Washington se realiza la cuadragésima marcha 'pro life'. En ella se recuerda a los 55 millones de seres humanos no nacidos, desde que el aborto fue aprobado en Estados Unidos, en enero de 1973, con la sentencia Roe vs Wade. Un veredicto judicial al que el presidente Barack Obama reiteró recientemente su apoyo, como hacia el del 'matrimonio gay', al iniciar su segundo mandato que durará hasta 2017.
Los manifestantes colocaron 3.300 rosas ante las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia, situada en el Capitolio, para denunciar la misma cantidad de no nacidos que son abortados diariamente en Estados Unidos.
El tuit del papa fue interpretado por todos como un claro espaldarazo a la marcha provida que realizan los movimientos de Estados Unidos desde 1994, y que cuenta con el apoyo de la Iglesia católica. Entre los participantes figura el movimiento Sacerdotes por la Vida, que entre sus eventos realizó uno en colaboración con el de “Sobrevivientes al holocausto de abortos”.
Este 24, se celebró una misa en la vigilia de la Oración Nacional por la Vida, en el principal santuario nacional mariano de Washington, y antes del inicio de la marcha se realizó un encuentro de oración. Por la tarde hubo otra manifestación, “Silent No More”, no más silencio, también ante la Corte Suprema.
Y este viernes 25, en diversos puntos de Washington se realizan concentraciones de estudiantes, la principal en el West Potomac Park. En la George Washington University, se realizará en cambio un congreso sobre el respeto de la vida desde la concepción.
Según una encuesta del Wall Street Journal, el 70% de los estadounidenses no quiere que la ley sea revocada, mientras un 31% considera que de todos modos tiene que ser legal. Un 9% en cambio considera que el aborto debería ser ilegal en cualquier circunstancia y sin excepciones.
El cardenal Elio Sgreccia, presidente emérito de la Pontifica Academia por la Vida precisó hoy ante los micrófonos de Radio Vaticano que “el aborto significa la supresión de un ser humano, de una individualidad que tiene la dignidad de persona” y que “el invierno demográfico es tal, que a largo término provocará daños para el crecimiento y la estabilidad de las economías”.
Añadió que es una contradicción que mientras la gente se preocupa de proteger las flores, la biodiversidad de plantas y hierbas, “se deje sucumbir o suprimir violentamente vidas humanas recién nacidas”. Y concluyó: “Esto me parece un absurdo que no puede ser soportado”.
Indicó también que muchas mujeres se ven obligadas a hacerlo, y que basta una pequeña ayuda económica para que lleven a buen fin su embarazo. “Creo que ninguna mujer lo realice con gusto. Si la sociedad se asume una posición positiva, la gran parte de estas tragedias pueden ser impedidas en el inicio”.
Pocos días antes, el 19 de enero, en Irlanda, más de 30.000 personas se manifestaron en Dublín pidiéndole al Gobierno que no reforme la actual ley de aborto y proteja el derecho a la vida de los no nacidos.