''Os pido que recéis por mí''

Nuevo libro de la Editorial Vaticana con los primeros discursos del papa Francisco

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Sale hoy «Os pido que recéis por mí» (Vi chiedo di pregare per me), una publicación de la Libreria Editorial Vaticana que recoge todas las intervenciones del papa Francisco desde el primer saludo, tras la elección el 13 de marzo, hasta el Regina Coeli del Lunes del Ángel.

Esta obra es una continuación de la publicación, lanzada la semana pasada también por la editorial de El Vaticano, de dos textos del entonces cardenal Bergoglio «Cruzar el umbral de la fe» (Varcare la soglia della fede), carta a la Archidiócesis de Buenos Aires por el Año de la fe; «Nosotros como ciudadanos, nosotros como pueblo. Hacia un bicentenario en justicia y solidaridad (2010-2016) [Noi come cittadini, noi come popolo. Verso un bicentenario in giustizia e solidarietà (2010-2016)], intervención del cardenal Bergoglio el 16 de octubre de 2010, en vista del segundo centenario de Argentina.

«Vosotros sabéis que el deber del cónclave era dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al final del mundo…». Son las primeras palabras que se escucharon en la plaza de San Pedro la tarde del 13 de marzo después del anuncio del Habemus Papam, pronunciadas por el nuevo papa Francisco para saludar a la multitud. Y con estas palabras se abre «Os pido que recéis por mí», una publicación que recoge todas las intervenciones del nuevo pontífice y cuyo significativo subtítulo es «Inicio del ministerio petrino del papa Francisco» (96 páginas, 7 euros). La obra, que en total cuenta con 19 textos, está disponible desde hoy en libreríasen Italia y es un instrumento útil para seguir la actividad del pontífice y saborear con calma sus intervenciones, confirmando la misión de la LEV de estar al servicio del magisterio del papa.

«Llevar Jesucristo al hombre y conducir al hombre al encuentro con Jesucristo, Camino, Verdad y Vida». Esta es desde siempre la misión de la Iglesia, decía el nuevo papa Francisco en el encuentro con los miembros del colegio cardenalicio en Vaticano la mañana del 15 de marzo.

El 16 de marzo, durante la primera audiencia pública, concedida a los periodistas y profesionales de la comunicación que han cubierto y contado el cónclave, el papa Francisco exclamo: ¡Cuánto quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!».

En la misericordia de Dios se centró el primer Ángelus, domingo 17 de marzo, cuando el pontífice recomendó a los fieles no dejar de pedirla: «El problema es que nosotros nos cansamos, nosotros no queremos, nos cansamos de pedir perdón. Él nunca se cansa de perdonar, pero nosotros, a veces, nos cansamos de pedir perdón. ¡No nos cansemos nunca, no nos cansemos nunca!».

El 19 de marzo el papa Francisco presidió la misa del inicio del ministerio petrino. Sobre el ejemplo de San José, invitó a custodiar a «Cristo en nuestra vida, para custodiar a los otros, para custodiar la creación», a tener cuidado «de todos, de cada persona, con amor, especialmente de los niños y los ancianos, de los que son más frágiles y que a menudo están en la periferia de nuestro corazón». Recordó que «el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida», observando también que «no debemos tener miedo de la bondad, de la ternura» y que «el verdadero poder es el servicio».

En la homilía de la misa del Domingo de Ramos, Francisco se ha detenido sobre tres palabras: «alegría, cruz, jóvenes». Durante la Misa Crismal, el 28 de marzo, exhortó a los sacerdotes: «Sed pastores con ‘olor a oveja'», mientras que la tarde del mismo día, antes de lavar los pies a algunos chavales del centro penitenciario para menores de Casal del Marmo, definió ese gesto como «una caricia de Jesús», que ha venido «para servir, para ayudarnos».

La noche de Pascua el papa Francisco invitó a los fieles: «¡No nos cerremos a la novedad que Dios quiere llevar en nuestra vida! A menudo estamos cansados, desilusionados, tristes, sentimos el peso de nuestros pecados, pensamos que no podemos. Nos cerramos en nosotros mismo, no perdamos la confianza, no nos resignemos nunca: no hay situación que Dios no pueda cambiar, no hay pecado que no pueda perdonar si nos abrimos a Él».

La obra concluye con un perfil biográfico del papa Francisco, mientras que en la cubierta del libro se explica el origen y significado del lema y del escudo del nuevo papa.

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ZENIT Staff

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