Al finalizar su audiencia general, Francisco rezó por las víctimas del terremoto que asoló la zona fronteriza entre Irán y Pakistán y dijo: “Recibí con tristeza la noticia del violento terremoto que golpeó a las poblaciones de Irán y de Pakistán, sembrando muerte, sufrimiento y destrucción. Elevo una oración a Dios por las víctimas y por todos aquellos que están en el dolor, al tiempo que deseo manifestar mi cercanía al pueblo iraní y al paquistaní”.
Un fuerte sismo de magnitud cercana a los 8 grados en la escala Richter impactó con fuerza en el sudeste de Irán, cerca de la frontera con Pakistán, y dejó por lo menos 45 muertos.
El Servicio Geológico de Estados Unidos informó de que un terremoto de 7,8 grados tuvo su epicentro a 80 kilómetros al norte de la ciudad de Saravan, de unos 600.000 habitantes, cerca de la frontera de este país con Pakistán y Afganistán. El centro sismológico de Irán indicó que se trató de un sismo de 7,5 grados en la escala Richter.
«Es el terremoto más grande en Irán en 40 años, y esperamos cientos de muertos», dijo una fuente del gobierno iraní citada por Reuters.
Mahmoud Mozaffar, de la Media Luna Roja iraní, indicó que todas las comunicaciones en el área fueron cortadas y que los equipos de rescate se están trasladando a la zona afectada.
Mir Morad Zehi, diputado de la ciudad de Saravan, cerca de donde se registró el epicentro del sismo, aseguró a la citada agencia que la cifra de muertos «va a ser muy alta», ya que en esa zona hay unas 1.700 aldeas, cuyas viviendas están construidas con barro y ladrillo.
El terremoto, que se produjo a las 15.44 (hora local) a una profundidad de 117 kilómetros, se sintió en amplias zonas de Medio Oriente y hasta en Nueva Delhi. También hubo evacuaciones en edificios en Qatar y Dubai, dijeron residentes.