¡Verdaderamente vive el Señor! Afirmaron los obispos de Bolivia en su mensaje final, dado a conocer el martes 16 de abril, tras haber celebrado su asamblea plenaria en la que analizaron diferentes temas de la realidad social del país como la defensa de la vida, la situación de los recintos penitenciarios y privados de libertad, TIPNIS [Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Secure, un área protegida que es Parque Nacional], la violencia familiar e inseguridad ciudadana que preocupa al episcopado.
Asimismo se refirieron al caminar pastoral de la Iglesia en Bolivia y a los acontecimientos eclesiales que en este tiempo viven como pueblo de Dios.
Los prelados anunciaron la realización del V Congreso Eucarístico Nacional que se realizará en Tarija en el mes de julio de 2015, precedido por los Congresos diocesanos del próximo año 2014 en todo el país. El lema “Pan partido para la vida del mundo”, escriben los obispos bolivianos, nos inspira a acercarnos a la mesa del Señor para alimentarnos con el pan eucarístico, el pan de vida y compartirlo en solidaridad con todos los hermanos, para vivir la unidad y la misión.
“La vida que Jesús nos has obtenido es la vida en plenitud, dicen los obispos, que perfecciona nuestra existencia humana, que pone la dimensión espiritual por encima de la material, y que nos abre un horizonte esperanzador de vida eterna. A la luz de este gran don, nuestra vida adquiere un valor inestimable desde el momento maravilloso de la concepción hasta la muerte natural, don que debemos agradecer y que nadie tiene el derecho de vulnerar”.
“Por este motivo la Iglesia siempre defendió derecho a la vida, como don de Dios inalienable. Alertamos ante intentos que atentan contra este derecho, pretendiendo promover leyes de formulaciones ambiguas sobre la vida, la juventud, el matrimonio y la familia.
Valoramos las leyes que se están implementando para luchar en contra del flagelo de la violencia que daña especialmente a mujeres y niños. Pero consideramos totalmente necesario impulsar un cambio de mentalidad en nuestra sociedad, marcada por el machismo y la tolerancia al alcoholismo, y poner en marcha mecanismos de prevención, involucrando a la familia, a la comunidad educativa y a toda la sociedad.
Frente a la dramática realidad de los presos en nuestro país, los obispos reiteran su solicitud de un gesto humanitario, como el indulto o la amnistía y si bien aprecien los pasos que se fueron dando en este sentido, piden que se los debe intensificar para que más hermanos detenidos puedan recuperar la libertad, hecho que tendría más eficacia si fuera acompañado por la agilización de los procesos judiciales.
Por otro lado el mensaje de la CEB dice que “es urgente una intervención del Estado para mejorar las estructuras carcelarias y superar las condiciones inhumanas en las que viven los presos, lo cual vulnera su dignidad humana”.
Finalmente los prelados bolivianos piden para su país un espíritu de perdón y reconciliación, “este don es particularmente necesario en nuestra sociedad que se va crispando en manifestaciones y hechos de violencia, cada vez más frecuentes a nivel social y familiar”.
La alegría pascual concluyen los obispos “se ha desbordado con la elección del papa Francisco, hijo de esta tierra latinoamericana, que ha querido iniciar su ministerio pidiendo la oración del pueblo para que Dios lo bendiga y que nos invita a ser verdaderos discípulos misioneros, desde una Iglesia pobre al servicio de los pobres.
“Siendo este tiempo pascual un himno a la vida, a la vida nueva en Cristo, entremos en esta corriente de auténtica renovación personal, eclesial y social, como testigos entusiastas y valientes del Espíritu de la vida, la paz, el perdón y la alegría”.