La presidencia del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) ha enviado una carta al arzobispo de Malinas-Bruselas, André-Joseph Léonard en la que solidarizan con él tras el suceso de 23 de abril, cuando un grupo de feministas, con el seno descubierto, del movimiento Femen, le arrojaron agua durante una conferencia en la Universidad Libre de Bruselas.
En el texto, la CCEE pide que se detenga cualquier forma de intolerancia religiosa y señalan que «la presidencia de la CCEE ha expresado al arzobispo su sincera cercanía y solidaridad y condena estas agresivas formas de intolerancia religiosa».
Por otro lado, la carta reitera que comparte la posición de la conferencia de obispos belgas, según la cual «un debate democrático sobre las cuestiones de la sociedad solo es posible si cada uno es capaz de expresar sus ideas con respeto mutuo y libertad de expresión».
El arzobispo de Bruselas fue atacado el pasado día 23 por el grupo feminista Femen. El prelado belga se encontraba en la Universidad Libre de Bruselas para impartir una conferencia sobre el tema «La blasfemia, delito o libertad de expresión. En la sala inrrumpieron cuatro mujeres semidesnudas se acercaron al prelado y tras gritarle comenzaron a arrojarle agua. El primado de Bélgica premaneció en el sitio y mantuvo la calma ante el ataque. Después vio que el agua que le habían lanzado iba en la típica botella de la Virgen de Lourdes, cogió la imagen y la besó.
Esta no ha sido la primera vez que el arzobispo Léonard sufre un ataque. En 2010, una persona entró en la iglesia en la que el arzobipo celebraba la eucaristía y le estampó una tarta en la cara. Meses más tarde, mientras participaba en una conferencia en Lovaina, recibió cuatro tartazos. Los agresores se justificaron afirmando que el arzobipo se lo merecía «por todos los homosexuales que no se atreven a decírselo a sus padres y por todas las jóvenes que quieren abortar».