La Autoridad de Información Financiera (AIF) del Vaticano, ha publicado su primera relación anual que examina las actividades y estadísticas del 2012.
La AIF controla no solamente las actividades del Instituto de Obras de Religión (IOR) erradamente llamado ‘el banco del Vaticano’, sino también los “sujetos, personas físicas y jurídicas que realizan profesionalmente una actividad de naturaleza financiera en el Estado”. Así como “todos los organismos y entes que dependen de la Santa sede, y que realizan profesionalmente una actividad de tipo financiero, así como los dicasterios de la curia romana y las instituciones relacionadas”.
El informe fue presentado hoy en la sala de prensa de la Santa Sede, por el director de la AIF René Brülhart, que consideró que la lucha al reciclaje es “una obligación moral”.El documento de la AIF tiene 64 páginas y diversas estadísticas sobre los controles efectuados.
La AIF, autoridad de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, fue instituida por Benedicto XVI el 30 de diciembre de 2012 para prevenir y trabajar contra el reciclaje de dinero proveniente de actividades criminales o financiación del terrorismo. El ente está presidido por el cardenal Attilio Nicora.
«Las estadísticas y tendencias a partir de 2012 –reivindicó el director de la AIF– son alentadoras e indican que el sistema mejora constantemente”.
El informe del ente indica concretamente que “la AIF ha comunicado la recepción de seis notificaciones de operaciones sospechosas, en comparación con la única recibida el año anterior”. Por ello “la AIF ha enviado dos informes al Promotor de Justicia vaticano para su ulterior investigación”.
Otro paso adelante, además de los diversos realizados que el obtuvieron un “ampliamente conforme” de la Comisión Moneyval de la Unión Europea, es que en el 2012, la AIF ha comenzado la investigación sistemática y el análisis del flujo de transacciones en metálico de las entidades objeto de supervisión.
Brülhart ha subrayado el esfuerzo que se está realizando “para contrastar eficazmente cualquier posible abuso del sistema financiero” y por ello, añadió “hemos comenzado una interacción estrecha y constructiva con la Secretaría de Estado, la Gendarmería, el Promotor de Justicia y las instituciones que están bajo nuestra supervisión, con el fin de mejorar el conocimiento y la seguridad y de garantizar una cooperación interna coordinada para prevenir y combatir el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo”.
Respondiendo a las preguntas de los periodistas, el director de la AIF dijo que “está en curso” un monitoreo sobre las cuentas del IOR, para verificar si hubieran casos de reciclaje y de dinero sucio, cuyos resultados se conocerán en los próximos meses.
El informe presentado, posee también diversos gráficos, e indica los diversos progresos logrados en la cooperación internacional, reiterando así “el firme compromiso de la Santa Sede para ser un aliado creíble en la lucha internacional contra el blanqueo de dinero”.
Siempre en el camino emprendido, en el 2012, indica el informe, se firmaron un memorando de entendimiento con las autoridades competentes de Bélgica y España. Y no termina aquí, aseguró Brülhart porque “Nuestra política en 2013 seguirá siendo la del fortalecimiento de la cooperación internacional a través de la firma de otros memorandos de entendimiento con diversos pises y jurisdicciones relevantes”.
Para el 2013, añade el dossier, se prevé además un fortalecimiento del sistema de prevención y lucha contra el lavado de dinero y de financiamiento del terrorismo, implementando para ello de las recomendaciones de Moneyval.
En la introducción del informe, se recuerda que la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano en los últimos años han intensificado su empeño en la lucha al reciclaje, para ser un socio eficaz a nivel global.
“Esto se debe –prosigue el documento– sobre todo a un acto de coherencia y a una misión en el plan moral, para que la integridad y la estabilidad de la economía no sean simples fines sino medios al servicio de la persona y de los pueblos”.
Brülhart reconoce entretanto que “los desafíos futuros para la Santa Sede y la Ciudad del Vaticano, como para toda la comunidad internacional, son muchas y exigen perserverancia”.
En el informe se recuerda que en el Estado del Vaticano no existe un mercado libre ni instituciones u operadores financieros privados. Las actividades se realizan en ámbito institucional y vigiladas por lo tanto por la AIF.
“El IOR no es un banco comercial –recordó el director de la AIF- y el Vaticano no es un paraíso fiscal”. Y reiteró que “la Santa Sede es un partner creíble en la lucha internacional contra el reciclaje”.