Los obispos del Congo han lanzado un fuerte llamamiento a los líderes africanos para que se ponga fin a la guerra que afecta a la República Democrática del Congo y para que los líderes políticos trabajen no por los propios intereses sino por el bien de toda la población del continente. El mensaje lo han dado en la conclusión de la asamblea general del simposio de las Conferencias episcopales de África y Madagascar (Secam) que ha tenido lugar en Kinshasa.
En el mensaje final, enviado a la agencia Fides, los obispos invitan además a los ciudadanos africanos «a comprometerse urgentemente en la lucha por un orden social justo donde todos puedan gozar de los derechos unidos a su dignidad humana».
El evento ha finalizado hoy 16 de julio y de él han formado parte un centenar de obispos procedentes de todo el continente. El tema de la asamblea ha sido «la Iglesia familia de Dios en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz».
La fuerte denuncia de los obispos africanos se refiere a los conflictos que afectan a la parte oriental de la República Democrática del Congo, causando millones de muertos, atrocidades, violencias y violaciones. Recordando una guerra que ha causado seis millones de muertos en veinte años y que desestabiliza la RDC causando graves violaciones de derechos humanos. Por ello, los obispos «invitan a todas las partes implicadas en la búsqueda de la solución a esta guerra y a trabajar activamente por la paz», dirigiendo un llamamiento en este sentido a las Naciones Unidas, a la Unión Europea y a la Unión Africana. Por eso se dirige una invitación a los líderes políticos: los prelados consideran que hay que «sensibilizar y educar a los líderes políticos en los respectivos países para que se comprometan a la vuelta de una paz duradera en la RDC».
Con el fin de cumplir su compromiso con la justicia y la reconciliación, los obispos del SECAM han adoptado un «plan estratégico a cinco años» para el periodo 2013-2018, que prevé proyectos en materia de gobernación y formación en prácticas democráticas y en el bien común.
«Estamos decididos a dar señales fuertes: ahora le toca a cada conferencia episcopal individuar intervenciones específicas, responsabilizando a todos los sujetos implicados», ha explicado el vicepresidente del SECAM, monseñor Gabriele Mbilingi, arzobispo de Lubango, en Angola. «África necesita hoy un Buen Samaritano en política, capaz de pensar la organización de la sociedad, de forma que el bien común sea la prioridad», ha dicho el obispo de Kinkala (Congo), monseñor Louis Portella Mbuyu, en su homilía durante la misa de clausura de la Asamblea. La atención al bien común, ha remarcado, significa que los líderes de la política y de la economía «sepan gestionar la riqueza y el poder no para sí mismos, sino para sus hermanos y hermanas, con el orgullo de llevar el bienestar a todos».