Esta mañana, después de la misa celebrada en privado en la residencia de Sumaré, el santo padre Francisco se ha dirigido al “Palácio da Cidade” de Río de Janeiro, sede de las oficinas del Ayuntamiento.
A su llegada el papa ha sido recibido por el alcalde, Eduardo Paes. En un ambiente muy cordial ha pasado por el Salón central saludando a algunos atletas particularmente representativos del deporte brasileño.
A continuación ha salido al balcón, donde el alcalde le ha hecho entrega de las llaves de la Ciudad. A continuación, Francisco ha bendecido las banderas oficiales de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos que se celebrarán en Río en 2016, ante la presencia de una de delegación de 200 atletas brasileños. Al finalizar el papa ha impartido su bendición a los allí presentes y les ha pedido que recen por él. Bromeando con el alcalde sobre el mal tiempo de estos días, porque la lluvia sigue siendo protagonista de esta JMJ, el santo padre ha dicho «Santa Clara empezará a trabajar mañana» y ha añadido «hay que llevar una docena de huevos a las clarisas. Así hacemos en Buenos Aires».
Desde la cuenta de twitter de pontifex ha publicado el siguiente mensaje: «Que el deporte sea siempre instrumento de intercambio y superación y nunca de violencia y odio».
A las 10.00 hora local, el santo padre subido al Fiat Idea comenzó su camino hacia la favela de Varginha.
