«Os bendigo y os doy las gracias por vuestra oración y por vuestra presencia. Feliz año nuevo». Estas han sido las palabras del papa Francisco en la llamada que ha hecho a las monjas de clausura de las benedictinas olivetanas del convento de Santiago de la localidad italiana de Palo del Colle en la provincia de Bari. «¡Nos ha llamado el papa, que emoción!», es el comentario de sor María Francisca González, madre superiora de 48 años de origen guatemalteco.
Según ha publicado hoy el diario italiano La Gazzetta del Mezzogiorno, la llamada llegó ayer después de la oración del Ángelus, en torno a las 12.30. «Pensábamos que era una broma: con el Pontífice habría hablado también es español, pero me he emocionado tanto que ni siquiera me he acordado que hablamos la misma lengua».
Algunas religiosas, incluida la madre superiora, se encontraban en la cocina para preparar la comida. La hermana que respondió al teléfono fue sor Paola de 70 años. «He respondido en la cocina, mientras las otras hermanas estaban ocupadas en los fogones. El secretario papal me ha anunciado la llamada del Papa. Han sido instantes interminables de emoción, el corazón me latía fuerte. El papa Francisco nos ha bendecido a nosotras y a nuestras familias, después nos ha pedido que recemos por él y le he pasado a la madre superiora».
El monasterio de Santiago está situado en vía Bitetto, en la entrada del pueblo. Actualmente residen 12 monjas de clausura de la orden de las benedictinas olivetanas, comprometidas con la oración y en la acogida de grupos religiosos y especializadas en la restauración de paramentos litúrgicos y en bordado de oro y plata.