El papa Francisco ha anunciado este domingo que visitará Tierra Santa del 24 al 26 de mayo de este año. Durante el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, el Pontífice ha pedido a los fieles que recen por esta peregrinación que, según ha explicado, servirá para conmemorar el histórico encuentro entre Pablo VI y el patriarca Atenágoras, sucedido hace ahora 50 años. Con motivo de este viaje crucial, ZENIT ha entrevistado en exclusiva al obispo auxiliar y vicario patriarcal para Jerusalén y los Territorios Palestinos, Mons. William Shomali.
¿Cómo ha recibido la comunidad cristiana de Tierra Santa el anuncio oficial de la visita del papa Francisco?
— Mons. William Shomali: La comunidad cristiana quiere mucho al papa Francisco debido a todos sus gestos con los pobres y también con Oriente Medio. A los fieles les ha impresionado la oración por Siria, a la que nos hemos unido intensamente.
Él será bienvenido. También el presidente palestino le ha dado la bienvenida en nombre de todos, de los musulmanes y de los cristianos.
¿Qué espera la Iglesia Madre de este encuentro con el Vicario de Cristo?
— Mons. William Shomali: Esta visita tiene diferentes dimensiones. A nivel ecuménico, queremos una mayor apertura con los ortodoxos. En segundo lugar, esperamos una mayor apertura hacia el islam y el hebraísmo. Es decir, que el diálogo sea más intenso y haya más frutos. Que haya un mayor respeto recíproco. También esperamos una palabra del papa Francisco para que haya mayor libertad religiosa en Oriente Medio.
La paz… Esperamos una palabra a los políticos de las dos naciones, a los palestinos y a los israelíes. Una invitación a negociar verdaderamente la paz y que no haya que seguir esperando años y años… Que haya una aceleración del proceso.
Y finalmente, y no por eso menos importante, que el Papa anime a los cristianos a vivir su fe y a considerar su presencia aquí como un privilegio y una vocación, para que no dejen la Tierra Santa.
El Santo Padre ha definido este viaje como una “peregrinación de oración”. ¿Será esta la nota dominante?
— Mons. William Shomali: Una peregrinación tiene siempre un significado de profundización en la fe y también un sentido de conversión. Esto es para todos.
El papa Francisco dice humildemente que viene como un peregrino, es decir, como todos los que vienen aquí, para crecer en la fe y convertirse a nivel personal. Pero viene también a rezar por las intenciones del mundo, porque ya no es una persona privada… Es el Papa, sucesor de san Pedro y Vicario de Cristo. Viene a rezar no sólo por sus intenciones sino también por las de todo el mundo: la paz, el diálogo y la reconciliación.
Sabemos que las etapas son tres. Pero parece evidente que, para un pontífice que se inspira en san Francisco de Asís, los momentos fuertes de la peregrinación se vivirán en la humildad y la pobreza de Belén y en el Calvario de Jerusalén. Dos lugares íntimamente unidos.
— Mons. William Shomali: No sólo para el papa Francisco, para todos, Belén y Jerusalén son inseparables. No podemos separar el nacimiento de Jesús de la Redención. Esta es una verdad a nivel teológico. Pero también geográficamente Belén y Jerusalén están a diez minutos cuando la carretera está libre. Especialmente los sábados, que circulan menos coches.
¿Le gustaría trasladar algún mensaje a los lectores de ZENIT?
— Mons. William Shomali: Invito a todos, como ha hecho el Papa, a rezar por el éxito de esta peregrinación, porque el Papa lo ha dicho siempre: ‘Es la oración la que convierte a un acto en fructuoso’.
Francisco es un gran comunicador y tiene éxito, porque reza mucho. Y queremos ayudarle en la oración, para que este viaje produzca los frutos deseados por él y por nosotros.