Cáritas Española ha lamentado este lunes que el sufrimiento de los inmigrantes «en contra de lo que se nos dice, no va a cesar por poner vallas más altas o por aplicar procesos de devolución sin garantías».
La realidad migratoria «no se puede abordar exclusivamente desde medidas de seguridad y control fronterizo», ha señalado esta entidad eclesial y ha añadido que «España y la Unión Europea deben considerar otras políticas y apoyarlas con financiación suficiente».
En un comunicado, Cáritas ha reiterado que la condición de irregularidad administrativa «no puede ser excusa para menoscabar la dignidad del migrante ni vulnerar sus derechos humanos».
Por ello, ha exigido unas políticas migratorias más justas y humanas y ha destacado que los inmigrantes son «víctimas y no culpables». «Son personas que buscan mejorar su vida, huyendo en muchos casos de la miseria, de la injusticia y de las violaciones de los derechos humanos», ha explicado.
Además, esta organización católica ha mostrado su «honda preocupación» por la «inaceptable política inhumana de fronteras» que, ha añadido, «obliga a las fuerzas del orden a cargar la vida entera con la memoria de muertes que nunca quisieron causar» y porque a los fallecidos en las fronteras «se les haga culpables, primero, de su miseria, y, luego, de su muerte».
Las quince vidas perdidas en la tragedia de principios de febrero en Ceuta «son apenas el grito audible del drama humano al que se enfrentan miles de personas en su tránsito hacia la frontera y en las devoluciones forzadas».
Cáritas ha criticado también que «recaigan las consecuencias de la tragedia sobre quienes se juegan la vida intentando llegar hasta Europa» y que se diluyan las responsabilidades con respecto a estas muertes «dentro del ruido político de declaraciones y respuestas».
En este sentido, ha mostrado su oposición a que se criminalice a las personas que migran y se alimente la percepción de amenaza con mensajes como «30.000 inmigrantes aguardan en Marruecos para saltar a Ceuta y Melilla» y ha rechazado medidas como las llamadas «devoluciones en caliente», no contempladas en la actual legislación y «que no hacen sino endurecerla aún más».
Para Cáritas Española, con estos mensajes, «se siembra miedo en la ciudadanía que luego se transforma en racismo, prejuicios y estereotipos que dificultan la convivencia en barrios y comunidades».
Asimismo, ha asegurado, «se invisibilizan las condiciones socio-económicas de los países de origen, y se olvida nuestra corresponsabilidad de cooperar para su desarrollo».
Por último, ha hecho un llamamiento a «humanizar» las políticas migratorias de España y de la Unión Europea.
Por su parte, el ministro del Interior de España, Jorge Fernández Díaz, ha pedido hoy a la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, «ayuda de emergencia» para proyectos valorados en 45 millones de euros y destinados a mejorar la gestión de la inmigración en Ceuta y Melilla.
«Le he pedido a la comisaria ayuda extraordinaria y de emergencia porque la situación que vivimos es de emergencia», ha señalado Fernández Díaz en una rueda de prensa tras reunirse con Malmström, que le pidió explicaciones sobre la tragedia de principios de febrero en Ceuta en la que murieron 15 personas.
Además, ha explicado que ese apoyo europeo iría destinado a «proyectos urgentes e inaplazables» como el refuerzo del perímetro fronterizo y de los centros de estancia temporal de inmigrantes (CETI) en Ceuta y Melilla.
Las reunión se produjo después de que la titular comunitaria criticase el uso de pelotas de goma en los acontecimientos de Ceuta al considerar que podrían haber causado el pánico entre los inmigrantes. «Con todo el respeto a la comisaria, le he manifestado mi contrariedad por esas declaraciones y la del Gobierno de España», ha asegurado el ministro del Interior, que también ha criticado que Malmström manifestase su preocupación a través de las redes sociales y de los medios de comunicación.