Francisco a los obispos españoles: 'Esforzarse para abrir nuevos caminos al evangelio'

Discurso del Santo Padre al episcopado español, en Roma para la Visita Ad Limina

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El Papa ha animado a los obispos españoles a no ahorrar esfuerzos para abrir nuevos caminos al evangelio y les ha recordado que la gracia divina nunca se extingue y que el Espíritu Santo continúa obrando en la realidad actual con generosidad. Lo ha hecho durante la audiencia esta mañana en el marcos de la Visita Ad Limina que está teniendo lugar desde el 24 de febrero hasta el 8 de marzo. Reunidos en pequeños grupos por provincias eclesiásticas están teniendo encuentros con el Papa y los distintos dicasterios. Hoy se ha celebrado el encuentro de todo el grupo del episcopado español con el Santo Padre.

El Santo Padre ha agradecido el discurso del cardenal Rouco, cuyas palabras «expresan vuestro firme propósito de servir fielmente al Pueblo de Dios que peregrina en España, donde arraigó muy pronto la Palabra de Dios, que ha dado frutos de concordia, cultura y santidad».

Francisco les ha reconocido que ahora «estáis sufriendo la dura experiencia de la indiferencia de muchos bautizados y tenéis que hacer frente a una cultura mundana, que arrincona a Dios en la vida privada y lo excluye del ámbito público, conviene no olvidar vuestra historia». Una historia- ha recordado-  de la que aprendemos que «la gracia divina nunca se extingue y que el Espíritu Santo continúa obrando en la realidad actual con generosidad. Fiémonos siempre de Él y de lo mucho que siembra en los corazones de quienes están encomendados a nuestros cuidados pastorales».

Por otro lado ha señalado que a los «obispos se les confía la tarea de hacer germinar estas semillas con el anuncio valiente y veraz del evangelio, de cuidar con esmero su crecimiento con el ejemplo, la educación y la cercanía, de armonizarlas en el conjunto de la «viña del Señor», de la que nadie puede quedar excluido». De esta forma Francisco ha invitado a los prelados españoles a «no ahorrar esfuerzos para abrir nuevos caminos al evangelio, que lleguen al corazón de todos, para que descubran lo que ya anida en su interior: a Cristo como amigo y hermano».

Para esta tarea a la que les invita, reconoce el Santo Padre, «no será difícil encontrar estos caminos si vamos tras las huellas del Señor, que no ha venido para que le sirvan, sino para servir; que supo respetar con humildad los tiempos de Dios y, con paciencia, el proceso de maduración de cada persona, sin miedo a dar el primer paso para ir a su encuentro».

Y para esta búsqueda, el Pontífice ha señalado que es importante «que el obispo no se sienta solo, ni crea estar solo, que sea consciente de que también la grey que le ha sido encomendada tiene olfato para las cosas de Dios»; recordando a los colaboradores más directos, los sacerdotes, las personas consagradas y los laicos.

Nuevamente una invitación del Papa a los prelados españoles: no dejéis de prestar una atención particular al proceso de iniciación a la vida cristiana. Y ha recordado que la fe «no es una mera herencia cultural, sino un regalo, un don que nace del encuentro personal con Jesús y de la aceptación libre y gozosa de la nueva vida que nos ofrece».

Francisco ha hecho un llamamiento a «despertar y avivar una fe sincera, favorece la preparación al matrimonio y el acompañamiento de las familias, cuya vocación es ser lugar nativo de convivencia en el amor, célula originaria de la sociedad, transmisora de vida e iglesia doméstica donde se fragua y se vive la fe». Del mismo modo ha recordado que «una familia evangelizada es un valioso agente de evangelización, especialmente irradiando las maravillas que Dios ha obrado en ella». Además, al ser por su naturaleza ámbito de generosidad, «promoverá el nacimiento de vocaciones al seguimiento del Señor en el sacerdocio o la vida consagrada».

Recordando el documento publicado el año pasado por la CEE «Vocaciones sacerdotales para el siglo XXI», Francisco ha observado que las vocaciones son «un aspecto que un obispo debe poner en su corazón como absolutamente prioritario, llevándolo a la oración, insistiendo en la selección de los candidatos y preparando equipos de buenos formadores y profesores competentes».

Finalmente, ha subrayado el tema del amor y el servicio a los pobres. Francisco ha manifestado y se ha alegrado mucho que en estos últimos años Cáritas y otras obras benéficas de la Iglesia en España han merecido gran reconocimiento, de creyentes y no creyentes. Por ello ha invitado de nuevo a «manifestar aprecio y a mostraros cercanos a cuantos ponen sus talentos y sus manos al servicio del programa del Buen Samaritano, el programa de Jesús».

Para concluir su discurso, el Santo Padre les ha animado a seguir adelante con esperanza y a ponerse al frente «de la renovación espiritual y misionera de vuestras Iglesias particulares, como hermanos y pastores de vuestros fieles, y también de los que no lo son, o lo han olvidado».

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Staff Reporter

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