India: Card. Gracias pide ayuno y oración previo a las elecciones

El arzobispo de Mumbai invita a los futuros líderes a promover la armonía entre las comunidades

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El cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Mumbai, invitó a la población india a «ejercitar el propio derecho al voto y a hacerlo con prudencia, atención y juicio», porque todos «deben ser partícipes en mejorar la historia, la cultura y en el destino de nuestra nación». La Iglesia no está detrás de ningún partido, pero a los nuevos líderes se les invita a «promover la armonía entre las comunidades y a cuidar de las minorías de las franjas más débiles de la sociedad».

El próximo 7 de abril se celebra la primer parte de las elecciones generales en la India y por esta razón el purpurado propuso «una jornada de ayuno y oración para alentar a nuestra gran nación a elegir un buen gobierno, que se ocupe de los pobres y de los últimos con justicia y compasión». En la arquidiócesis de Mumbai la jornada de ayuno y oración será el 4 de abril.

La India, tiene más de 700 millones de electores registrados que «votarán por desafíos que son inmensos. Rogamos para tener guías válidos y un gobierno que asista a la Iglesia en su misión de servir a la gente y al país entero», explica el cardenal Gracias a la agencia Asianews. Por otro lado, el arzobispo de Mumbai indica que «las elecciones en India son las elecciones de una democracia madura en las cuales las personas votan con conciencia. También en las vastas zonas rurales, donde el electorado es por los general semi-analfabeto, la gente vota con conocimiento».

Publicamos a continuación la carta del cardenal Gracias publicada en español por la agencia Asianews.

Aún, otra vez nuestro país se está preparando para las elecciones generales. Este es un momento importante para nosotros, dado que la dirección futura de la nación, su progreso y la mayor parte de nuestra vida cotidiana dependen sobre todo de los líderes que elegimos para nuestro Parlamento. Como pastores de nuestro pueblo, retenemos (sea) nuestro deber dirigirnos a ustedes a través de esta Carta pastoral, para que, uniendo las manos con todos los hombres de buena voluntad, podamos contribuir en modo eficaz plasmar el futuro de nuestra nación.

Antes que nada, deseamos hacer entender a todos que la Iglesia católica no se identifica con ningún partido político. Sin embargo tenemos la responsabilidad como obispos de exhortar a cada ciudadano idóneo a ejercitar el propio derecho de voto y de hacerlo con prudencia, atención y juicio. Todos nuestros párrocos están invitados a recordar a su propia gente los propios deberes. Debemos estar convencidos que cada voto cuenta. Nos lo debemos a nosotros mismos, a nuestros hijos y a nuestro país el no dejar perder esta oportunidad y de participar al mejoramiento de la historia, de la cultura y del destino de nuestra nación.

Nuestra sociedad está pasando una profunda transformación. La ciencia y la tecnología han introducido cambios radicales en la vida de nuestro pueblo. El último decenio testimonió un desarrollo extraordinario en el campo de las comunicaciones, en las infraestructuras, de los bienes públicos, etc. La globalización tuvo impactos sobre cada aspecto de nuestras vidas, llegando hasta las zonas rurales más remotas. Al mismo tiempo, existen diversos motivos de preocupación. La gran diferencia entre ricos y pobres parece se esté ensanchando. Muchos trabajadores no calificados, tienen dificultades para sobrevivir con lo que ganan. La tendencia a la privatización está iniciando a desmantelar las actuales instituciones públicas en el sector educativo, sanitario y social. La ética está perdiendo su supremacía de principio guía para la sociedad. Dios fue poco a poco alejado hacia el margen. Es en este contexto y en este momento histórico que estamos acercándonos a las elecciones.

La Iglesia católica espera realmente que las elecciones generales puedan darnos dirigentes en grado de comprender las ansias del pueblo y de responder a sus necesidades. Necesitamos dirigentes dispuestos a:

1-    Mejorar el aspecto laico de nuestra nación, promover la armonía entre las comunidades y un espíritu de diálogo y comprensión.

2-    Ocuparse de las minorías y de las franjas más débiles de la sociedad, protegiendo sus derechos y trabajando por su desarrollo.

3-    Salvaguardar los derechos tribales sobre la tierra, el agua y florestas; garantizar a los «dalit» cristianos iguales derechos, igual a aquellos concedidos a los otros «fuera de las castas».

4-    Trabajar por una economía que trate de ayudar a los pobres y a quien no tiene privilegios, protegiendo su dignidad y permitiendo a ellos encontrar el justo lugar en la construcción del país.

5-    Mejorar las condiciones climáticas de nuestra nación, asegurando un ambiente seguro para todos, en particular para los niños y las mujeres.

Estas son las cuestiones de interés nacional. También las otras necesidades, más locales y particulares, deberán ser evaluadas en el mismo modo.

Exhortamos a nuestro pueblo a pasar el tiempo de oración delante del Sacramento y en casa, así que podamos comprender qué es lo mejor para el bien común. Cada uno de nosotros debe rezar ardientemente por un buen gobierno. Dios ha mandado a su Hijo para que nosotros pudiésemos tener una vida y para tenerla en abundancia (Jn. 10,10) Con la fuerza del Señor y guiados por el Espíritu Santo, podemos trabajar unidos por una India mejor. Levantemos a nuestro Padre y a la Virgen María para que nos guíe siempre, nos proteja y nos traiga gracias abundantes. ¡Dios bendiga a India!

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ZENIT Staff

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