Este domingo, a las 12 de la mañana, unos 200 profesionales de la sanidad pública, vestidos con sus batas o delantales, se han concentrado en la puerta del hospital español La Paz de Madrid para denunciar que "el aborto no es un acto médico".
Bajo la consigna de "el feto también es mi paciente", este grupo de médicos, enfermeros, farmacéuticos y otro personal sanitario han señalado que "los avances científicos permiten definir al 'nasciturus' como un ser humano y no como un mero 'ser vivo', algo que no se sostiene desde el más básico conocimiento médico".
Durante el acto, los manifestantes han leído un manifiesto en el que dicen que la sociedad "no puede cerrar los ojos al conocimiento de la gestación humana" ya que para debatir sobre esta cuestión es preciso "tener en cuenta la realidad de la formación humana".
También han hecho alusión al código deontológico para defender que aquellos profesionales sanitarios que atiendan a una embarazada en riesgo de abortar están realizando un acto médico y "debe ser respetado su derecho a la objeción de conciencia sin que eso signifique que se la deje de atender".
Para este colectivo, "se comete un grave error al valorar la legalidad o no del aborto sin partir de los últimos conocimientos profesionales", dado que "los avances médicos permiten conocer con mucha más precisión que hace años las características y acciones humanas del feto en el proceso de gestación" por lo que es posible realizar intervenciones en el seno materno que corrijan malformaciones.
Tampoco les parece legítimo "argumentar la falta de medios económicos como criterio para decidir si se acaba con una vida humana o no".
Por este motivo, han reclamado que se escuche su voz a la hora de hablar del aborto desde la ciencia y la práctica sanitaria. "Creemos -han lamentado- que no se está prestando voz a los profesionales sanitarios en este debate. Que se está ocultando información a los ciudadanos sobre qué es en realidad un aborto, cómo afecta al feto, así como los efectos físicos y psicológicos que el síndrome post-aborto tienen sobre la madre".
Ataviados con su típico vestuario hospitalario de color blanco, los asistentes a la concentración han subrayado que "la vocación del profesional sanitario supone, ante todo, el deber de sanar y defender la vida humana, aliviar el dolor, consolar y acompañar".
Por ello, han afirmado que "cualquier acción que vaya en contra de estas premisas" no entra dentro de su cometido y, por tanto, "no debería ejercerse en centros sanitarios de titularidad pública ni debería ser financiado con los impuestos de todos".
Y han concluido advirtiendo que "ciertas ideologías o los eslóganes de otra época no deberían ponerse por encima de los conocimientos científicos en el debate del aborto".
****
Lea el texto íntegro del manifiesto:
Plataforma Batas Blancas por la Ciencia
Manifiesto de los profesionales sanitarios
Los abajo firmantes, profesionales de la Sanidad integrados en la Plataforma Batas Blancas por la Ciencia, queremos manifestar públicamente lo siguiente:
- La vocación del profesional sanitario supone, ante todo, el deber de sanar y defender la vida humana, aliviar el dolor, consolar y acompañar, según dice el juramento hipocrático. Nuestro código deontológico señala en el art. 51.1: “El ser humano es un fin en sí mismo en todas las fases del ciclo biológico, desde la concepción hasta la muerte. El médico está obligado en cualquiera de sus actuaciones, a salvaguardar la dignidad e integridad de las personas bajo sus cuidados”.
- Cualquier acción que vaya en contra de estas premisas no entra dentro de nuestro cometido y no debería ejercerse en centros sanitarios de titularidad pública ni debería ser financiado con los impuestos de todos. El aborto no es un acto médico.
- Los avances científicos permiten conocer con mucha más precisión que hace unos años, la salud del feto. De hecho, cada vez se realizan más intervenciones en el seno materno con el fin de preservar la salud fetal.
- El feto también es nuestro paciente y hemos de poner todos nuestros conocimientos, al servicio de este ser humano que vive en una situación de debilidad.
- La sociedad no puede cerrar los ojos a los conocimientos actuales sobre la gestación humana. A la hora de debatir sobre esta cuestión es preciso tener en cuenta la realidad de la formación humana intrauterina. Se comete un grave error al valorar la legalidad o no del aborto sin tener en cuenta dichos conocimientos.
- En este sentido, creemos que no se está prestando voz a los profesionales sanitarios en este debate. Que se está ocultando información a los ciudadanos sobre qué es en realidad un aborto, como afecta al feto, así como los efectos físicos y psicológicos que el síndrome post-aborto tienen sobre la madre. Pedimos que los legisladores y los medios informativos abran el foco a los avances científicos.
- Toda mujer tiene derecho a conocer el desarrollo intrauterino de su hijo y el procedimiento por el que, en caso de que una madre quiera abortar, éste será eliminado.
- Consideramos –como señala nuestro código deontológico- que todos aquellos profesionales sanitarios que atiendan a la mujer embarazada en riesgo de abortar están realizando un acto médico y debe ser respetado su derecho a la objeción de conciencia sin que eso signifique que se la deje de atender.
- Ciertas ideologías o los eslóganes de otra época no deberían ponerse por encima de los conocimientos científicos en el debate del aborto. Tampoco nos parece legítimo argumentar la falta de medios económicos como criterio para decidir si se acaba con una vida humana o no.
- Consideramos que el actual anteproyecto de ley va en el camino correcto para evitar las prácticas abortivas, así como la banalización del debate.