Una oración incesante por la paz anima en estos días cada rincón de Ucrania. El país es víctima de divisiones y de continas violencias, tanto que el mismo papa Francisco ha renovado su llamada a la paz el pasado domingo en la oración del Regina Coeli. Bajo la guía de las palabras del Santo Padre, el obispo católico de Odessa, monseñor Bronislav Biernacki, celebró ayer por la tarde en la catedral católica una misa en la que exhortó a la población ucraniana a «mantener la calma» y a «no ceder a las provocaciones».
El prelado -publica la agencia Sir- se dirigió a todas las fuerzas políticas internas y externas, pidiendo intensificar «los esfuerzos para dar a Ucrania la paz y parar la escala de violencia» y a la comunidad internacional «reforzar la presión política y económica sobre aquellos que sostienen la violencia, pagan a los provocadores y les proporcionan armas».
«Dolor y preocupación» también por parte del obispo de la Iglesia greco-católica de Odessa, monseñor Mykhaylo Bubniy, que expresa una súplica a «las partes en conflicto, las fuerzas de seguridad, el gobierno y todas las fuerzas políticas y movimientos de la región de Odessa a detener el derramamiento de sangre y prevenir un ulterior crecimiento de tensión y violencia en la región». «Exhorto a todos a luchar pacíficamente por los derechos civiles y afirmar los valores morales que están en la base de la democracia», afirmó el obispo.
Mientras tanto, en todas las parroquias de Odessa y Crimea, el domingo pasado durante la misa, se ha rezado por las personas que han perdido la vida durante los trágicos eventos del viernes pasado. En Leopoli – explica la agencia Sir- se ha organizado una oración ecuménica para la paz en Ucrania en la que han participado todas las Iglesias.
El pasado día 2 de mayo, la Unión Europea reclamó la aplicación urgente del acuerdo de Ginebra tras admitir una «creciente preocupación» por la deriva de los acontecimientos en el este de Ucrania por los enfrentamientos que tuvieron lugar entre las fuerzas del Ejército ucraniano y grupos armados prorrusos.