«No hay religión que no sea fuente de reconciliación, de armonía y de paz. «En Amán esperan al Papa con entusiasmo independientemente del credo religioso». Son palabras del cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso. El purpurado acaba de volver de Amán, capital de Jordania, donde ha participado en un encuentro con líderes de distintas religiones en preparación al viaje del Santo Padre a Tierra Santa que inicia este sábado.
En una entrevista publicada por el Osservatore Romano, el cardenal explica que la figura del Papa «es ya muy conocida allí y desde hace tiempo atrae a todos», indica. Del mismo modo afirma que le ha tocado mucho ver que «los musulmanes lo esperan realmente con entusiasmo». Y añade que el Santo Padre es visto como portador de esperanza y no sólo para Jordania sino sobre todo para esos países de las regiones mediorientales en los que aún hay guerra. El purpurado afirma que en Amán «se respira una atmósfera alegre y muy positiva».
Abordando el tema de los cristianos que son víctimas de violencia, el cardenal explica que seminario del que ha participado se ha centrado precisamente sobre la presunta relación que algunos intentan establecer entre religión y violencia. De este forma observa que no hay religión auténtica que predique la violencia. «Mucho menos, por lo tanto, los conflictos que perturban en los últimos años, especialmente en la región de Oriente Medio tienen una raíz religiosa. De hecho, finalmente debemos entender que la religión, cualquier religión, es paz», explica el cardenal en la entrevista. Y especifica que la religión habla de amor, de fraternidad y de solidaridad y que de ninguna manera puede favorecer o justificar guerras y violencias. «En este sentido –afirma– Jordania es ejemplar. Los cristianos aquí no son perseguidos o amenazados como en otras regiones. La libertad es un bien considerado precioso y por tanto garantizado a todos».
Por otro lado, el presidente del dicasterio para el diálogo interreligioso indica que el hilo que hay que seguir para descubrir lo que une a las tres grandes religiones monoteístas es ver que todos somos criaturas del mismo Dios, un Dios único. Y por ello recuerda las palabras del papa Francisco al Consejo Pontificio para el Diálogo interreligioso «la Iglesia desea hacerse compañera de camino de cada hombre».
Finalmente, el purpurado explica que en el encuentro también han hablado de educación, «debo decir que ha habido unanimidad en reconocer el rol fundamental de la educación en la construcción de una sociedad basada en el respeto del otro, por tanto, de la convivencia». Y concluye observando que también ha habido convergencia en el afirmar que la familia y la escuela son las instituciones principales sobre las que aspirar para una educación sana de las nuevas generaciones.
