“Estamos bien, pero hoy tenemos miedo a una escalada de violencia en Bangui”, explica Agustín Cuevas, misionero español que trabaja en Bangui. Tras el atentado del pasado miércoles en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima y la muerte de quince personas, la tensión en la capital ha aumentado. “No sabemos quiénes son. Se cree que han podido ser los Seléka, pero aún no han reivindicado la autoría. Lo que sí sabemos es que están fuertemente armados”, añade el misionero salesiano. Lo indica la nota enviada hoy a ZENIT desde las Misiones Salesianas y hacen un llamado a la comunidad internacional que se comprometa con la República Centroafricana.
“Hasta ahora la situación estaba más o menos tranquila. Habíamos abierto la escuela de Galabadja y el centro profesional de Damala, pero ahora la gente tiene más miedo y nosotros también”, señala Cuevas. En los centros salesianos de Galabadja y Damala, aún se refugian miles de personas que tuvieron que abandonar sus hogares y que buscan un lugar seguro en donde dormir. Además, los misioneros salesianos están acogiendo a cientos de niños y niñas que han quedado huérfanos o se han separado de sus familias.
La República Centroafricana vive momentos delicados. Hay más de un millón de desplazados de los que 500 mil son niños. Los menores son las víctimas más débiles de la guerra y, según organismos internacionales, al menos 6 mil niños y niñas son utilizados por grupos armados y siete de cada diez menores no van a la escuela. Además, el 80 por ciento de los lugares de estudio han sido destruidos.
El hospital Don Bosco, en el que colabora personal de MSF, tampoco para un minuto. Cada día acuden cientos de personas para recibir tratamiento, personas que han sido alcanzadas por proyectiles o mujeres a dar a luz, indica el comunicado.
«Ante esta situación –se lee en la misiva– desde Misiones Salesianas, pedimos a la comunidad internacional un mayor compromiso para parar la violencia en la República Centroafricana y una mayor seguridad para que los misioneros salesianos puedan continuar con su labor de atención a la población».
Misiones Salesianas nació en 1875, cuando San Juan Bosco envió un grupo de diez misioneros a la Patagonia Argentina. Han pasado más de 135 años desde entonces, en los que más de 10 mil salesianos han sido enviados a países de misión. Hoy en día, nuestra presencia alcanza más de 130 países en los que desarrollamos proyectos en favor de la infancia más desfavorecida.