La Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española ha hecho público, conjuntamente con Cáritas Española, el Mensaje para la festividad del Corpus Christi, Día de la Caridad, domingo 22 de junio. Este año, el mensaje lleva por título «Construyamos espacios de esperanza»
En la rueda de prensa, celebrada esta mañana en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Juan José Omella; el secretario general y portavoz de la CEE, José María Gil, y el presidente de Cáritas Española, Rafael del Río, han invitado «a abrir los ojos al sufrimiento de nuestros hermanos más pobres y a construir juntos espacios de esperanza».
En el mismo acto, la CEE ha entregado a Cáritas una ayuda por valor de más de 6 millones de euros, «en una aportación de carácter extraordinario, que se realiza anualmente desde 2008, coincidiendo con la coyuntura más grave de la crisis. En total, en todos estos años la CEE ha aportado a Cáritas casi 26 millones de euros», explican en la nota de prensa.
Los obispos de Pastoral Social, invitan, desde “el misterio de amor y de esperanza, que es la Eucaristía” a toda la sociedad española, a todos los cristianos, y de manera especial a cuantos trabajan en la acción caritativa y social, “a abrir los ojos al sufrimiento de los más pobres” y a “escuchar el clamor de los pueblos que padecen hambre y a construir juntos espacios de esperanza”. Pero la caridad, subrayan, “comienza por abrir los ojos a la realidad”. Una realidad “que se puede mirar y valorar de diferentes maneras”. Podemos verla “desde el beneficio de las grandes empresas, desde el fluir de los préstamos bancarios, desde los intereses del mercado, desde la reducción del déficit y los resultados macroeconómicos”. Pero también podemos leerla “desde el número de los parados, desde los desechados por el sistema, desde las rentas mínimas, desde los índices de pobreza, desde los recortes de los derechos sociales”.
Asimismo, alertan sobre algunos indicadores que les parecen preocupantes, entre ellos, “el aumento progresivo de la desigualdad, por la reducción de los servicios sociales, por las dificultades para acceder a la vivienda, por la bajada en el nivel medio de la renta, por el índice creciente de la pobreza infantil”, situaciones ante las que “no podemos quedar inactivos ni sumidos en la indiferencia y el desaliento”.
Esto, hoy en día, se traduce en la necesidad de “construir espacios que sean germen de un futuro distinto y generen esperanza”. Para ello, los obispos invitan, en medio de una sociedad asfixiada por la crisis, a un cambio en los hábitos alimentarios evitando su desperdicio; a defender los derechos de los más pobres aún a costa de renunciar los más favorecidos a algunos de sus derechos; a crear una nueva mentalidad que nos lleve a pensar en términos de comunidad y a dar prioridad a la vida de todos sobre la apropiación indebida de los bienes por parte de algunos; a contribuir a una economía al servicio del ser humano, no del dinero y el mercado; y a promover el desarrollo integral de los pobres y cooperar para resolver las causas estructurales de la pobreza.
Los obispos señalan que Cáritas quiere “ayudarnos a tomar conciencia del gran papel que jugamos cada persona, cada familia, cada comunidad, en este momento de la historia”.
Para concluir el mensaje retoman unas palabras del Papa: ‘no os dejéis robar la esperanza’ y animan, desde el misterio de la Eucaristía, «en este momento de nuestra historia, a mirar la realidad desde los pobres, a escuchar su clamor y a generar cada día pequeños espacios de esperanza”.