Los carabineros de Italia han celebrado los 200 años de su fundación con una misa en la plaza de San Pedro, a la que asistieron unas 40 mil personas y no faltaron las marchas y fanfarrias. El santo padre Francisco llegó después de la misa y entró en la plaza en el jeep descubierto saludando a los presentes, besando a algunos niños y despertando el entusiasmo del público.
El ‘Arma dei Carabinieri‘ es una de las cuatro fuerzas amadas de Italia, autónoma en el Ministerio de Defensa, que se ocupa de la protección de las estructuras e infraestructuras públicas y también con mansiones de vigilancia policial. Son una de las instituciones que goza de mayor prestigio en Italia.
Durante su discurso el Santo Padre ha anunciado que el próximo 13 de septiembre rezará en el monumento militar de Redipuglia (Italia) por los caídos en todas las guerras con motivo del centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial. »Una enorme tragedia de la que he escuchado tantas historias dolorosas por boca de mi abuelo que combatió en el Piave», ha indicado Francisco.
El Pontífice ha recordado que este aniversario “significa recorrer dos siglos de la historia italiana” y ha indicado que “entre los carabineros y la gente existe una relación de solidaridad, confianza”.
Asimismo, ha añadido que la presencia capilar “les llama a participar de la vida de la comunidad en la cual están insertados, buscando estar cerca de los problemas de la gente, especialmente la más débil y en dificultad».
Y ha proseguido afirmando que la misión que realizan se expresa en el servicio al prójimo y les compromete cada día a corresponder a la confianza y estima que la gente pone en ellos. Así, ha querido recordar al siervo de Dios, Salvo d’Acquisto que a sus 23 años, en Palidoro, cerca de Roma, »ofreció su joven existencia para salvar de la brutalidad nazi la vida de personas inocentes». Por otro lado ha mencionado que fuera de las fronteras nacionales actúan como »constructores de paz, para garantizar la seguridad, el respeto de la dignidad y la defensa de los derechos humanos en países atormentados por conflictos y tensiones de todo tipo».
Al finalizar les ha pedido que no cesen de «dar en todos los lugares, tanto en la patria como fuera de ella un testimonio claro y gozoso de humanidad, especialmente con los más necesitados y desafortunados».