El portavoz de la Iglesia ortodoxa serbia, el obispo Irineo de Bačka, ha condenado el «crimen odioso» de París. «Junto con todo el pueblo ortodoxo serbio, expresamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas y elevamos nuestras oraciones por el reposo del alma de los difuntos», ha señalado.
«Al mismo tiempo, constatamos que algunos de nuestros medios de comunicación electrónicos y escritos han publicado representaciones en forma de caricatura del profeta islámico Mahoma, sin tener en cuenta el hecho de que este método hiere muy groseramente los sentimientos religiosos y las convicciones de nuestros conciudadanos de religión islámica y que (ya sea involuntariamente o por una ignorancia elemental, esto no los libra de su responsabilidad) alientan la intolerancia, vista la enemistad abierta hacia los musulmanes», destaca el obispo Irineo en un comunicado recogido por L’Osservatore Romano.
«La burla hacia figuras históricas que han formado la identidad religiosa de cientos de millones de nuestros contemporáneos –advierte– se encuentra fuera de los límites de la ley que garantiza la libertad de expresión y es absolutamente inadmisible».
«Apelamos a los colaboradores de nuestros medios de comunicación a cesar inmediatamente este tipo de violencia espiritual y a respetar los sentimientos religiosos de todos los ciudadanos», prosigue.
«Expresamos nuestra solidaridad con nuestros hermanos musulmanes y les aseguramos que los fieles de la Iglesia Ortodoxa Serbia, cuyos sentimientos religiosos son igualmente el objeto de estos, de la misma forma blasfema, no aprueban en nada tal concepción de la libertad de creación ni tal concepto de la sociedad secular», enfatiza.
A tales provocaciones, concluye la nota firmada por el obispo Irineo, «nosotros reaccionamos con la oración de Cristo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”».