El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ha expresado su profunda conmoción por los ataques del grupo extremista Boko Haram en Nigeria, que –según fuentes locales– han costado la vida a más de dos mil personas, incluidos los niños utilizados en los atentados suicidas.
«Una mentalidad que despliega los niños pequeños como bombas y que mata indiscriminadamente a mujeres, niños y personas de edad avanzada está más allá de la indignación, y descalifica a sí mismo de cualquier posible reclamación a la justificación religiosa», dice el CMI en un comunicado. En la declaración, pide también al gobierno nigeriano que responda de manera significativa a estos ataques y asegure la protección de las personas ante cualquier posible atrocidad.
Además, la organización se suma a los líderes religiosos de Nigeria que han llamado a la solidaridad y el compromiso de la comunidad internacional, expresando su profunda decepción por la discriminatoria falta de cobertura de los medios internacionales. «Por más que el CMI se une a la solidaridad internacional y al pueblo de Francia a raíz de los recientes ataques en y cerca de París, nos duele profundamente que los trágicos acontecimientos ocurridos en Nigeria no han atraído la preocupación internacional en equivalente solidaridad», destaca el texto.
El Consejo Mundial de Iglesias ha participado activamente en las iniciativas interreligiosas de paz en Nigeria, en cooperación con sus socios locales. Una visita de alto nivel entre cristianos y musulmanes al país, en 2012, fue co-dirigida por el secretario general del CMI, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, y el príncipe Ghazi de Jordania, del Instituto Aal Al-Bayt jordana Royal (RABIIT). Las dos organizaciones han estado trabajando juntas para establecer un centro para vigilar la violencia religiosa y promover la armonía interreligiosa, la justicia y la paz. El centro en Abuja se abrirá durante el primer semestre de 2015.