Cada dos años las Naciones Unidas publican el Informe World Population Prospect en el que se evalúa el crecimiento de la población mundial y en países individualizados, al igual que los índices de fertilidad, mortalidad y migraciones.
En julio de 2014 se publicaron las proyecciones demográficas para países individuales hasta el año 2100. Utilizando estos datos también realizan una proyección del crecimiento demográfico mundial.
El análisis llevado a cabo muestra que la población mundial se prevé que pueda aumentar desde los 7200 millones actuales hasta 9600 millones en 2150 y 10.900 en 2100, lo que indica que existe una probabilidad de que se frene el crecimiento de la población mundial en este siglo.
Estos datos muestran que no siempre las proyecciones demográficas realizadas se cumplen, pues el crecimiento de la población mundial será menor del que las Naciones Unidas sugerían en anteriores proyecciones, todo ello a pesar incluso del crecimiento demográfico que se espera se dé en África.
Una de las principales consecuencias de estos cambios demográficos es que el índice de personas en edad laboral y de personas mayores sin opción de trabajar, disminuirá sustancialmente en todos los países, incluso en aquellos que en el momento actual tienen un elevado porcentaje de población joven. Este desequilibrio poblacional se puede evaluar a través del índice de personas entre 20 a 64 años partido por el número de personas de 65 o más años. En el momento actual el país con más bajo índice es Japón, siendo este de 2,6. En Alemania es actualmente de 2,9, pero se prevé que pueda disminuir a 1,7 en 2035 y a 1,4 al final del siglo. En Estados Unidos es actualmente de 4,6, pero se piensa que disminuirá a 1,9 en 2100. En China es de 7,8, pero parece que disminuirá a 1,8 a final del siglo. En Brasil es ahora de 8,6, pero también disminuirá alrededor del año 2100 a 1,5. Finalmente en India es de 10,9 pero disminuirá a 2,3 al final de este siglo. Al parecer el único país del mundo que en el año 2100 tendrá un índice por encima de 3 será Nigeria, aunque su disminución será muy importante pues actualmente el índice es de 15,8 (Science 346; 2034-2037, 2014).
Es indudable, que los cambios demográficos aquí comentados, especialmente en lo que hace referencia al envejecimiento de la población mundial, conllevaran importantes problemas sociológicos, de los que no será el menor la dificultad de mantener las pensiones en unas sociedades tan envejecidas.
Justo Aznar, Director del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir