Será una gran fiesta la celebración de este martes por la tarde en la catedral de Frascati: con una misa solemne presidida por el obispo Raffaello Martinelli dará inicio la causa de beatificación de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, fallecida el 14 de marzo de 2008 a los 88 años. La presidenta del movimiento, María Voce, ha hablado con ZENIT sobre esta maestra que fue definida como uno de los “astros lucientes” del siglo XX y tuvo la estima de cuatro Papas, líderes políticos y religiosos de todo el mundo.
María Voce reconoce sentir “una gran alegría” ante este hecho. Así, explica que “Chiara siempre soñó con el día en el que se difundiera la posibilidad de una ‘santidad de pueblo'». Estaba convencida de que “nos hacemos santos haciendo la voluntad de Dios y que eso es posible para cada persona que está en esta tierra. Por eso su deseo no era tanto el de volverse santa, sino que su pasión era que muchas personas entraran en este camino de santidad”. Por eso María Voce afirma que “nuestro sentimiento es de gratitud a la Iglesia, porque desea mostrar la belleza de una vida como la de Chiara”.
Asimismo, indicó que quienes la conocieron –autoridades de la Iglesia, presidentes, fundadores de otros movimientos– sienten el inicio de la causa de beatificación como un “particular momento de gracia”. Y al mismo tiempo, “los que compartimos su espiritualidad, sentimos la responsabilidad de un compromiso renovado a ser el vivo testimonio”.
¿Cómo sería la relación de Chiara el con papa Francisco si le hubiera conocido? “Una relación de profundo entendimiento y de recíproca alegría y consolación” responde María Voce. El papa Francisco habla de encuentro con los hombres y este es el núcleo de la espiritualidad que Chiara ha generado, indicó. Al respecto, ha recordado que casi todas las fundaciones realizadas por Chiara han sido en la periferia. “Fundaciones de periferia, por tanto, pero hechas después universales por un corazón que tenía un carisma de unidad”, subraya.
Sobre el legado dejado por la fundadora de los Focolares, María Voce explica que Chiara “nos ha dejado en herencia el testimonio de una vida donada por entero a Dios y vivida en el amor por Él y por los hermanos”. De este modo, ha precisado que “en estos siete años desde su muerte hemos tratado de mantenernos fieles a los ideales de Chiara, con el compromiso de hacer cuanto ella misma haría si se encontrara frente a los desafíos de hoy en día”.
Dos caminos que el Movimiento recorre desde siempre son el “diálogo interreligioso y la paz”. A propósito de esto, Maria Voce explica que están muy comprometidos en muchos ámbitos y áreas geográficas distintas. “Pero creo que en este campo Chiara, con los ideales que ha transmitido, tiene aún mucho que decir para responder a los desafíos y a la escala de violencia que parece haber invadido el mundo” indica en la entrevista.
Artículo basado en la entrevista de Salvatore Cernuzio a María Voce.
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