Una pastoral para los separados y vueltos a casar ha sido presentada en el Congreso Internacional de los Movimientos de Familia y Vida que se realizó en Roma del 22 al 24 de este mes, organizada por el Pontificio Consejo para la Familia, que tuvo la finalidad de profundizar las temáticas del sínodo de la familia y los desafíos pastorales.
La pastoral para los separados y vueltos a casar ha sido ilustrada a un auditorio que contó con la presencia de 80 movimientos familiares de treinta países. Lo hizo un matrimonio: Víctor y Stella Domínguez, de la Obra Familiar de Schoenstatt de Paraguay, que la está aplicando en la ciudad de Asunción. A continuación, la entrevista.
¿Cuéntenos un poco sobre ustedes?
— Victor: Somos del movimiento Schoestat, trabajamos en la rama familiar desde hace bastante tiempo. Antes estuvimos trabajando en movimiento de encuentros matrimoniales y encontramos nuestra vocación de trabajar con y por la familia. Lo hacemos en Asunción de Paraguay y con el movimiento de Schoenstatt.
Hemos traído al jubileo de Schoestatt, en Alemania, un proyecto: la ‘Pastoral de la esperanza’ que ahora estamos llevando adelante.
¿En qué consiste esta iniciativa?
— Stella: La pastoral de la esperanza es un proyecto para trabajar con los divorciados que tienen una nueva unión, un espacio que la Iglesia debe dar a estas personas, para que se sientan acogidas, sientan el amor misericordioso de Dios, y que ellos son tan hijos de Dios, bautizados y tan queridos. Ellos encuentran un espacio para crecer en la espiritualidad, en la fe, crecer como familia, como parejas, como papás, como educadores de la fe, de manera que sientan que la Iglesia no los abandona.
¿Cuál es el principal problema con ellos?
— Stella: Ellos mismos dicen que sienten el rechazo, porque ellos se rechazan a sí mismos. Cuando ellos se aceptan, se sanan, se perdonan, se sienten perdonados por Dios, superan eso y quieren crecer y atraer a otros en la misma realidad.
¿Cuántas personas hacen parte?
–Víctor: La pastoral tiene charlas abiertas todos los primeros martes de cada mes en el santuario de Schoestatt en Asunción y también en las diócesis. Ellos mismos necesitan juntarse más y forman grupos por ejemplo de diez matrimonios. Se tocan temas inherentes a la fe, formación de hijos, etc. Todos los desafíos que una familia tiene. Ellos van creciendo espiritualmente y encuentran el deseo de salir a encontrarse con otros semejantes y se vuelven apóstoles de la pastoral.
¿Cuáles cree sean los desafíos de la familia para América Latina?
— Stella: Creo que el desafío más grande es valorizar el matrimonio que está muy desvalorizado, y los jóvenes no quieren casarse porque los ejemplos de los adultos no son buenos para ellos. Tiene que ser puesto como una meta de todo cristiano, de todo católico. Como la primera escuela en el amor y en la humanidad.
— Víctor: Estamos haciendo con los jóvenes en Paraguay, una catequesis que tiene en vista prepararlos para el sacramento del matrimonio, llevarlos con un acompañamiento los primeros meses, tenemos que capacitar a los chicos para entender que es un sacramento, para que realmente asuman ese compromiso de familia.
¿Esto a través de los cursos?
— Stella: Schoestatt es amplio y tiene espacio para todos, desde los niños muy pequeños, los ‘pioneros’ que van aprendiendo la fe, después van creciendo con la primera comunión y confirmación, y siguen con el camino al noviazgo, que se especializa trabajando con los jóvenes para que tengan un buen noviazgo.
¿Con jóvenes que aún no son novios?
— Stella: Sí, es una preparación. Es que los padres a veces no queremos que los hijos vayan porque tienen 15 o 16 años. Llegamos tarde si no lo hacemos. En la adolescencia, en la pubertad inclusive. Y llegamos a ellos ya trabajando con valores, explicando la castidad y la virginidad como valores importantes, para que quieran tener una juventud sana. Ellos trabajan también en las misiones familiares, haciéndose catequistas de otros niños, recorriendo las periferias. Llevando a la Virgen, la Mamá, que educa a sus hijos.
¿Cuál es la relación entre matrimonio y fe?
— Stella: No concebimos un matrimonio fuera de la fe, no vemos otro. Trabajamos con Víctor en un servicio para matrimonios en crisis, personalizado, para que ellos mismos encuentren el camino para solucionar sus crisis.