Este viernes, a las 9 horas locales, el papa Francisco ha abandonado la Nunciatura Apostólica de Manila y se ha trasladado en automóvil al palacio presidencial de Malacañán, que presenta en su arquitectura una fuerte influencia hispana y está ubicado muy cerca del Río Pasig, para la ceremonia de bienvenida.
Flamantes banderas de Filipinas y del Vaticano han flanqueado las avenidas que ha recorrido el convoy del Pontífice, así como numerosos carteles con la imagen del Santo Padre que le dan la bienvenida con el tradicional saludo filipino: "mabuhay". Este breve traslado, de unos 5 kilómetros, ha desatado la emoción de decenas de miles de filipinos que le han aclamado a su paso. El Papa ha sido acogido con mucho fervor en Filipinas, el país con mayor número de católicos en Asia.
En la capital, donde residen 12 millones de personas y que es una de las metrópolis con mayor densidad de población del mundo, varios días de la visita han sido declarados festivos para permitir a los ciudadanos asistir a los eventos papales.
A su llegada a la residencia oficial, con unos minutos de retraso sobre el horario previsto, Francisco ha sido recibido por el presidente de la República de Filipinas, Benigno Aquino III. Después de los honores militares y la ejecución de los himnos, ha tenido lugar la presentación de las respectivas delegaciones, mientras la Bamboo Orchestra "Pangkat Kawayan" ha ejecutado piezas de música tradicional.
A continuación, el Pontífice ha entrado en el Palacio de Malacañán para una visita de cortesía al Presidente de la República. Acompañado por Benigno Aquino, se ha dirigido a la primera planta de la magnífica construcción del siglo XVIII para la firma del Libro de Oro. Una vez allí, el Santo Padre ha mantenido una conversación privada con el mandatario filipino en la "Music Room".
Después de la entrevista, se ha reunido con la familia presidencial y ha tenido lugar el intercambio de regalos. Al igual que al presidente cingalés, el Pontífice ha regalado a Aquino un atlas náutico de 1562 atribuido al cartógrafo español Bartolomé Oliva.
En su segundo día de estancia en el país, el papa Francisco tiene previsto reunirse con las autoridades locales y el Cuerpo Diplomático y a las 11,15 horas celebrar una misa con los obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Manila. Por la tarde, mantendrá un encuentro con familias en el Mall of Asia Arena.