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Mensaje del Santo Padre Francisco al Arzobispo de Poznan

Con motivo del centenario de la independencia de Polonia

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(ZENIT – 12 nov. 2018).-  Este es el mensaje que el Santo Padre envió a Su Excelencia Monseñor Stanisław Gądecki, Arzobispo de Poznań, Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, con motivo del 100 aniversario de la independencia de Polonia, que tuvo lugar este 11 de noviembre, al fin de la I Guerra Mundial
Mensaje del Santo Padre
Al venerable hermano
Mons. Stanisław Gądecki
Arzobispo de Poznan
Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca
Hace cien años, el 11 de noviembre, Polonia recobró la independencia. Con el final de la Primera Guerra Mundial, terminó el período de dominación rusa, prusiana y austriaca en la nación que, antes de la partición, había contribuido al desarrollo de la historia de la Europa cristiana con toda la riqueza de su propia noble cultura y espiritualidad. La reconquista de la soberanía se pagó con el sacrificio de muchos hijos de Polonia, que estaban dispuestos a ofrecer su libertad personal, sus bienes e incluso sus vidas por la patria perdida. La búsqueda de la libertad «estaba basada en la esperanza derivada de una profunda fe en la ayuda de Dios, que es Señor de la historia de las personas y las naciones. Esta fe también fue un apoyo cuando, una vez recuperada la independencia, había que buscar la unidad a pesar de las diferencias, con el fin de reconstruir el país y defender sus fronteras «(S. Juan Pablo II, 11 de noviembre de 1998).
Junto con la Iglesia en Polonia y todos los polacos, agradezco a Dios que haya sostenido a las generaciones sucesivas con su gracia y su poder, y haya permitido que hace cien años se cumpliese su esperanza de libertad y que no la perdieran, no obstante las posteriores y dolorosas experiencias históricas vinculadas con la Segunda Guerra Mundial, la ocupación nazi y el régimen comunista.
Retomando la oración de San Juan Pablo II, testigo excepcional de este siglo, pido a Dios la gracia de la fe, de  la esperanza y del amor para todos los polacos, para que, en unidad y paz, hagan un buen uso de este precioso don de la libertad. La protección de María, Reina de Polonia de Jasna Góra,  acompañe siempre a vuestro país y a todos los polacos. La Divina Providencia otorgue paz y prosperidad a la nación polaca ahora y en el futuro. La bendición de Dios sea siempre con vosotros.
Vaticano, 4 de noviembre de 2018
FRANCISCO
© Librería Editorial Vaticano

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Redacción zenit

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