Sesión de escucha en línea con personas con discapacidas. Foto: Dicasterio para Laicos, Familia y Vida

La contribución de las personas con discapacidad al Sínodo sobre la Sinodalidad

En un diálogo dinámico, la treintena de participantes con discapacidades sensoriales, físicas o cognitivas -conectados desde más de 20 países de todo el mundo- pudieron expresarse en sus propias lenguas (incluidas tres lenguas de signos) con vistas a la redacción conjunta de un documento que responda a la pregunta fundamental del Sínodo: ¿Cómo caminamos con Jesús y nuestros hermanos para anunciarlo?

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(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 20.05.2022).- Por la tarde del jueves 19 de mayo se celebró una sesión de escucha en línea, de unas dos horas de duración, sobre el tema «La Iglesia es tu casa. La contribución de las personas con discapacidad al Sínodo sobre la Sinodalidad», promovido por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en colaboración con la Secretaría General del Sínodo de los Obispos.

La sesión, a la que asistieron representantes de conferencias episcopales y asociaciones internacionales, tenía como objetivo «dar voz» directamente a las personas con discapacidad, fieles que a menudo están al margen de nuestras Iglesias. Aunque muchos de ellos ya han participado en los encuentros promovidos por las parroquias, las diócesis y las asociaciones, la reunión fue de hecho el lanzamiento de un verdadero proceso sinodal internacional dedicado a ellos.

En un diálogo dinámico, la treintena de participantes con discapacidades sensoriales, físicas o cognitivas -conectados desde más de 20 países de todo el mundo- pudieron expresarse en sus propias lenguas (incluidas tres lenguas de signos) con vistas a la redacción conjunta de un documento que responda a la pregunta fundamental del Sínodo: ¿Cómo caminamos con Jesús y nuestros hermanos para anunciarlo?

El viernes 20 abordaron el tema “¿qué pide el Espíritu a nuestra Iglesia para crecer en nuestro caminar con Jesús y con nuestros hermanos para anunciarlo?”

Cuatro conmovedores testimonios de Liberia, Ucrania, Francia y México llamaron la atención sobre la necesidad de superar la discriminación, la exclusión y el paternalismo. Muy conmovedoras fueron las palabras de una catequista francesa con síndrome de Down: «Al nacer, podría haber sido abortada. Estoy feliz de vivir», dijo, «quiero a todo el mundo y doy gracias a Dios por haberme creado”. Consagrada, recibió un doble mandato de su obispo: oración y evangelización.

En la inauguración, el Card. Mario Grech, Secretario General del Secretariado del Sínodo de los Obispos, compartió su experiencia personal:

«Tengo una deuda con las personas con discapacidad. Fue uno de ellos el que me puso en el camino de la vocación sacerdotal. Si se descarta el rostro del hermano o hermana discapacitado, es la Iglesia la que se convierte en discapacitada”.

El Secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el P. Alexandre Awi Mello, dijo a los participantes que en el proceso sinodal el reto es «superar cualquier prejuicio de quienes creen que quienes tienen dificultades para expresarse no tienen un pensamiento propio, ni nada interesante que comunicar».

Para terminar, la Hna. Nathalie Becquart, Subsecretaria de la Secretaría del Sínodo de los Obispos, propuso a los participantes guardar un momento de silencio, para «escuchar», dijo, «cómo el Espíritu Santo ha hablado a cada uno». Hay tesoros de la humanidad que se han compartido y se ofrecen a la Iglesia.

Se invitó a los participantes a elaborar en los próximos meses un documento común basado en sus experiencias y conocimientos del mundo de la discapacidad que han adquirido de primera mano y a través de su compromiso pastoral. El documento se entregará a la Secretaría General del Sínodo de los Obispos para que lo tenga en cuenta en la continuación del camino sinodal.

El encuentro se enmarca en un camino lanzado en diciembre de 2021 por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida con la campaña de vídeo #IamChurch, sobre el protagonismo eclesial de las personas con discapacidad y pretende ser una respuesta al llamamiento del Papa en Fratelli Tutti (no 98) cuando invita a las comunidades a «dar voz» a aquellos «exiliados ocultos»… que sienten que existen sin pertenecer y sin participar». El objetivo -continúa el Santo Padre- no es solo la asistencia, sino «la participación activa en la comunidad civil y eclesial».

El proceso concluirá en los próximos meses con una reunión presencial en Roma.

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Redacción Zenit

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