Tercera Asamblea Eclesial Nacional. Foto: Conferencia Episcopal Chilena

Chile: realizan Tercera Asamblea Eclesial Nacional. Estas son las «sensibilidades sinodales»

Abordaron temas de gran relevancia para las Iglesias locales: Transparencia; rendición de cuentas y supervisión; liderazgos y estructuras para favorecer la participación y la misión compartida; ministerios laicales; formación para relaciones más evangélicas y necesidades formativas.

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(ZENIT Noticias / Santiago de Chile, 13.10.2022).- Con la participación de más de 600 personas se desarrolló la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, que es parte del proceso de discernimiento que inició en 2018, motivado por la crisis experimentada a partir del conocimiento público de casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero. Entre el 7 y el 9 de octubre, los representantes de las 27 diócesis del país, comisiones nacionales de la Conferencia Episcopal Chilena, instituciones y movimientos eclesiales, se reunieron para discernir juntos el querer de Dios.

Las temáticas abordadas y las propuestas de la Asamblea

Durante la Asamblea, los participantes distribuidos en 60 comunidades pudieron discernir a partir de los temas que surgieron con fuerza en los informes diocesanos para el «Sínodo de la sinodalidad» convocado por el Papa Francisco y que permitieron profundizar en el proceso nacional de discernimiento iniciado en 2018.

El viernes 7 de octubre se pudo conocer la primera síntesis del trabajo realizado por las comunidades del discernimiento, quienes abordaron temas de gran relevancia para las Iglesias locales: Transparencia; rendición de cuentas y supervisión; liderazgos y estructuras para favorecer la participación y la misión compartida; ministerios laicales; formación para relaciones más evangélicas y necesidades formativas.

El sábado 8 de octubre, los participantes continuaron el trabajo en sus respectivas comunidades, vinculadas a otros aspectos de gran importancia como son: Víctimas, sobrevivientes de abuso y prevención, la mujer, los jóvenes, el medio ambiente, quienes más sufren, la realidad social y política del país, personas con orientaciones sexuales diferentes, la cultura y la familia.

El domingo 9, en tanto, los delegados continuaron profundizando el trabajo, para establecer una priorización de los temas abordado en los días anteriores. La síntesis final del trabajo realizado por las 60 comunidades de discernimiento durante los tres días en que desarrolló este encuentro será entregada por el equipo nacional de la Tercera Asamblea Eclesial luego de 15 días para así poder incorporar todas las sugerencias y aportes recibidos durante la jornada de clausura.

Santa Misa y signo de perdón

El domingo al mediodía se realizó la última misa en el marco de la Tercera Asamblea Eclesial Nacional. La eucaristía fue presidida por el arzobispo de Santiago y cardenal Celestino Aós; y concelebrada por el obispo de Aysén, Luis Infanti.

En su homilía, el cardenal Celestino Aós, agradeció lo vivido durante aI Asamblea Eclesial Nacional, que ha sido parte de un proceso en el que han participado cientos de comunidades y parroquias de todo Chile:

«Estamos llamados a ser una Iglesia esperanzadora, por eso lo primero es el sano realismo para ver lo bueno, las maravillas que Dios sigue obrando ¿Cuánta gente buena hay en nuestra Iglesia, en nuestro mundo? Para mí, la Iglesia es esperanzadora porque reza. Y hemos rezado juntos. Felicito a cada uno de los participantes por esto. Una Iglesia que reza, que celebra los sacramentos, que proclama la palabra de Dios, que no se limita a simples ritos, es agua que purifica y sana.

[…] Dichosos nosotros que hemos participado en esta asamblea, porque esta asamblea fue esperanza. Esta asamblea es realidad y vuelve a ser esperanza. Cada uno de ustedes son enviados en misión. El espíritu del Señor me ungió para enviarme y cada uno de ustedes debe compartir en sus comunidades lo que hemos vivido y escuchar la invitación de Jesús a Francisco de Asís: ‘Vete y repara mi Iglesia que amenaza ruina’. La pregunta más grande no será qué ha hecho la asamblea, sino que vas a hacer tú, porque solos no llegaremos lejos.

[…] Es un tiempo hermoso y propicio para amar. Si creemos que tenemos que esperar para ser mejores cristianos, para amar más, a que cambien las estructuras, a que pase una nueva asamblea, a que venga otro concilio, estamos mal, es ahora cuando tenemos que fructificar esa unción de nuestro bautismo».

En medio de la celebración eucarística, y tras la homilía, el obispo Alberto Lorenzelli; la Delegada para la Pastoral General de San Felipe, la hna. Nelly León; la directora del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a las Víctimas, Pilar Ramírez; y el representante de la Delegación de Linares, Miguel González; se acercaron al altar con una vela encendida donde realizaron un signo de perdón por las víctimas de abuso sexual en la Iglesia. El momento fue acompañado por el relato del secretario general de la Conferencia Episcopal, Sergio Pérez de Arce, quien expresó:

«A los pies de nuestra madre… Nuestro proceso de discernimiento eclesial ha estado ligado fuertemente a la crisis de los abusos sexuales en la Iglesia. Hemos sido convocados para seguir a Jesús, siervo de la misericordia y mansedumbre que no apaga la mecha que aún arde ni quiebra la caña trizada, como lo anunció el profeta Isaías. Sin embargo, esta mecha fue apagada, y no lo vimos, no lo escuchamos, no lo denunciamos y la vida de muchos y muchas quedó quebrada.

Queremos no solo pedir perdón a las víctimas y sobrevivientes, sino también comprometernos para acabar con ese dolor, darles las gracias por su valentía al denunciar, y pedirle al Dios de la vida que nos haga cada vez más lúcidos, empáticos y valientes para volver a encender como profetas la lama de la fe».

Ceremonia de clausura

Con una emotiva ceremonia finalizó la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, instancia en la que los centenares de participantes pudieron encontrarse y pensar juntos el querer de Dios para la Iglesia en Chile. Junto con expresiones de esperanza por lo vivido y discernido en conjunto, hubo llamados a que las propuestas de las comunidades no queden solo en el papel, sino que puedan implementarse en cada realidad local.

Tras la presentación de las propuestas priorizadas, la ceremonia prosiguió con un significativo momento orante, que incluyó una renovación de las promesas bautismales y le bendición con agua de todos los asistentes. Luego, tanto el Secretario General de la CECh, obispo Sergio Pérez de Arce, como el equipo de la Secretaría adjunta para la pastoral conformado por el pbro. Renzo Ramelli y Marcela Algaze, motivaron a los participantes y llevar estas propuestas a sus comunidades. El cierre estuvo a cargo de los músicos que compusieron el himno de la Asamblea quienes por primera vez durante estos días pudieron tocar presencialmente y en vivo el tema que construyeron sinodalmente de manera remota durante la pandemia.

Temas priorizados en la Tercera Asamblea Eclesial Nacional

1º Relaciones al interior de la comunidad eclesial:

  • Avanzar juntos como Iglesia en una gestión eclesial más transparente, donde hay rendición de cuentas y capacitación.
  • Vicaría de la niñez.
  • Carácter de los Consejos. Los Consejos diocesanos y parroquiales se deben comprender como órganos de comunión, de participación, de discernimiento y de toma de decisiones.
  • Mujeres que acompañan y conducen. Nombrar mujeres responsables de acompañamiento y conducción, tanto en parroquias como en servicios pastorales diocesanos. Formar para el liderazgo y la animación pastoral.

2ª Relaciones que interpelan a la Iglesia hoy:

  • Medio ambiente: Reformular la estructura diocesana y/o crear un Plan o proyecto pastoral que incorpore y permita visibilizar la opción pastoral preferencial por el cuidado de la casa común.
  • Los que sufren: Reactivar y/o promover la pastoral de movilidad humana y la pastoral social.
  • Realidad social y política: Conocer y profundizar en la Doctrina Social de la Iglesia, impulsando la dimensión profética. Impulsar procesos de formación permanente, integral y continua, y generar canales de comunicación y difusión efectivos, directos y masivos.
  • Mujer: Promover la dignidad de la mujer, en la comunidad eclesial, en la familia, formadores, consagrados, laicos y educadores para acogerla, integrarla y acompañar su realidad.
  • Víctimas y sobrevivientes: Seguir trabajando y poner en práctica ambientes seguros y sanos (ISE y más). Se podría ser en colegios, parroquias, movimientos, obispos, en toda la iglesia. Toda la comunidad, todos los creyentes, deben colaborar.
  • Personas con orientaciones sexuales diferentes: Generar espacios de conversación para sensibilizar (diócesis, vicarías, parroquias, consejos, movimientos, colegios). Con Pastores, Agentes pastorales, Personal de salud: psicólogos, terapeutas, acompañantes, teólogos, moralistas, canonistas.
  • Jóvenes: Formación para acompañar a los jóvenes, manejo de plataformas digitales, manejo de las emociones, formación y espiritualidad juvenil, formación en lenguaje juvenil, itinerario formativo integral, pedagogía de Jesús y formación litúrgica.
  • Cultura: Procurar colaboración mutua entre la sociedad civil y la iglesia.
  • Familia: Implementar la formación permanente de los matrimonios, desde el noviazgo para que conozcan su misión, familia como Iglesia Domestica que lleva a la fe.
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Redacción Zenit

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